El Gobierno de Hong Kong promete investigar la revuelta, pero no cede tras la victoria de la oposición

Reforzados por su arrollador triunfo, los ganadores de las elecciones municipales insisten en sus demandas y piden la dimisión de la jefa ejecutiva, Carrie Lam, que sigue apoyada por Pekín

Un grupo de manifestantes a favor de la democracia en Hong Kong EFE
Pablo M. Díez

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Tras la histórica victoria de la oposición en las elecciones municipales de Hong Kong, que fueron un plebiscito al Gobierno, se abre una nueva etapa en una revuelta que dura ya casi medio año. Con una participación récord de tres de los cuatro millones de electores registrados en el censo, el doble que en 2015, el triunfo de la oposición le ha dado un vuelco electoral a los 18 distritos de Hong Kong menos uno. De los 452 escaños que había en juego (más los 27 para las comunidades nativas de los Nuevos Territorios), los partidos demócratas se llevaron 392 escaños , incluyendo 45 de candidatos independientes. Con el 57 por ciento de los votos, sumaron más de 1,6 millones de papeletas por la fuerte movilización contra el Gobierno debido a las protestas, sobre todo de jóvenes electores que antes no concedían importancia a estos comicios.

Por su parte, los partidos aliados del Ejecutivo local y del régimen chino solo consiguieron 60 escaños, 238 menos que hace cuatro años, y perdieron el control de 17 consejos de distrito donde hasta ahora tenían mayoría. Con 1,2 millones de votos, alcanzaron el 41 por ciento del escrutinio , pero el sistema electoral de Hong Kong, que otorga toda la circunscripción al ganador, ha dejado sin escaño a veteranos concejales de fuerzas muy implantadas en la sociedad como la Alianza para el Progreso y la Mejora y la Federación de Sindicatos.

Inesperada, pues se pensaba que la violencia y el caos de los últimos meses habían dañado al movimiento democrático, esta debacle fuerza al Gobierno a mover pieza, pero siempre bajo el control de Pekín, que de momento sigue apoyándolo. En su primera comparecencia pública, la jefa ejecutiva, Carrie Lam, ha prometido este martes una «comisión independiente, como la que hubo en el Reino Unido tras los disturbios de Tottenham en 2011, para analizar el estallido social y sus causas, identificando los problemas económicos o incluso políticos». Pero rechazó ceder a las demandas de los manifestantes. «Estas elecciones han reflejado claramente que muchos votantes han querido expresar su opinión al Gobierno y a mí misma. Y las opiniones son muy diversas. Hay gente que no tolera la violencia en las calles y otra que piensa que el Gobierno no ha ejercido de forma competente su ejercicio legislativo y sus consecuencias. Pero, como he dicho muy claramente el 4 de septiembre, hemos retirado oficialmente la ley (de extradición a China). El siguiente paso es implicar a la gente y hemos empezado un diálogo público. Desgraciadamente, con la inestabilidad y la situación caótica no he podido seguir con ese compromiso. Espero que el ambiente me lo permita ahora», respondió a los periodistas antes de la reunión semanal del Consejo Ejecutivo, informa el portal de noticias Hong Kong Free Press. A pesar de reconocer el descontento de los votantes con la Administración, volvió a pedir el fin de la violencia en las protestas. Pero no parece probable que su llamamiento a la calma apacigüe la revuelta, reforzada por el triunfo electoral de los demócratas.

«Los resultados van más allá de los esfuerzos personales de los candidatos. Son parte del movimiento de todos los manifestantes, toda la gente herida y arrestada», dedicó la victoria a los jóvenes y adolescentes que han participado en las protestas el presidente del Partido Democrático, Wu Chi-wai , informa el diario «South China Morning Post». Como gran ganador de los comicios por haber pasado de 43 a 91 escaños, señaló este lunes que «cualquier gobierno responsable debe responder a la llamada del público, lo que incluye una reestructuración de la Administración y la dimisión de Carrie Lam». Además, instó a Pekín a respetar las aspiraciones democráticas de los hongkoneses y a relanzar la reforma electoral para permitir el sufragio universal, prometido tras la devolución de esta antigua colonia británica en 1997.

«Esta es la forma más racional, pacífica y científica para medir nuestro descontento con la Administración actual, con la manera en que ha gestionado el movimiento de la libertad durante los últimos seis meses», presionó el presidente del Partido Cívico, Alan Leong, según informa la radiotelevisión pública RTHK. Con 32 escaños de las 36 circunscripciones a las que se presentaba, dicha formación también pidió la dimisión de Carrie Lam porque las urnas habían refrendado las protestas y castigado al Gobierno y sus aliados.

Por su parte, Jimmy Sham, cabecilla de las masivas manifestaciones de este verano que también ha ganado su escaño, señaló que «es hora de que el Gobierno cumpla nuestras cinco demandas». Entre ellas destacan la investigación de la fuerza policial, la amnistía para los más de 5.000 detenidos y el sufragio universal con libre presentación de candidatos para elegir al jefe ejecutivo. Hasta ahora, este es seleccionado por un comité de 1.200 miembros , la mayoría afines a Pekín, que representan a toda la sociedad. Pero la victoria en estas elecciones municipales otorga a los partidos demócratas 117 puestos en dicho comité, que se suman a los 325 que ya controlan y podrían servirle para disputarle el nombramiento al bando aliado del régimen chino.

Todo dependerá de las elecciones al Parlamento local convocadas para septiembre, donde la mitad de sus 35 diputados se eligen mediante sufragio universal, y también de la evolución de las protestas, que podrían continuar si el Gobierno no cede a alguna de las demandas de la oposición.

Para empezar, cinco de los nuevos concejales de distrito elegidos se dirigieron este lunes a la Universidad Politécnica para liberar a los 20 o 30 manifestantes que están allí rodeados por la Policía desde la batalla campal de la semana pasada. Un cerco que, a tenor de lo que cuentan los periodistas que pueden acceder al campus, está minando su salud mental y podría llevarles incluso al suicidio. Aunque parecía que los concejales habían llegado a un acuerdo con la Policía para evacuar en ambulancias a quienes necesitaran ayuda médica, que no serían detenidos pero sí fichados, los manifestantes han pedido más tiempo. Mientras se lo piensan, alrededor del cordón policial se congregaron cientos de personas reclamando su libertad con proclamas e insultos a los antidisturbios.

«Ayer (por el domingo) fue una victoria para el bando democrático. Pero eso no es todo lo que queremos porque todavía hay chicos dentro de la Universidad en una situación inhumana que no se merecen», justificaba anoche su presencia Chloe, abogada de 26 años. A su lado, su compañera Kelly aseguraba que «las elecciones son un reflejo del mayoritario apoyo social a las manifestaciones, que piden libertad de expresión y el derecho al sufragio universal para elegir a nuestros dirigentes». A la espera de reacciones oficiales, confiaba en que «estas elecciones sirvan para abrir los ojos a los partidarios del Gobierno, que se definen como la mayoría silenciosa pero no lo son. La mayoría y el futuro de Hong Kong somos nosotros, los jóvenes».

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