Francia cierra una venta de submarinos por 34.000 millones de euros a Australia

La venta de 12 submarinos a Australia, un contrato de más de 34.000 millones de euros, permitirá crear en Francia «miles de empleos» en los astilleros públicos DCNS, que se disponían a reducir sus efectivos, tras la anulación de la venta de dos barcos a Rusia. El presidente francés, François Hollande, ha considerado «histórico» el contrato, el mayor en materia militar firmado por Australia, al mismo tiempo que ha destacado los «empleos» que serán creados en ambos países para la construcción de los submarinos.

Hollande, que en 2014 se convirtió en el primer presidente francés que visitaba oficialmente Australia, tiene previsto ir esta tarde a la sede parisiense de la DCNS, para capitalizar el éxito comercial que supone el contrato.

El primer ministro, Manuel Valls, ha expresado a través de la red social Twitter el «orgullo» de «los ingenieros, técnicos y obreros» de los astilleros públicos que ha permitido lograr este contrato en el que también estaban en liza japoneses y alemanes. Pero ha sido el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, quien más pecho ha sacado al señalar que el contrato permitirá crear «miles de empleos» esencialmente en las plantas de Cherburgo, Brest, Lorient y Nantes, muchas de ellas en la Bretaña de la que también es presidente.

El director de la planta de la DCNS de Cherburgo, Alain Morvan, evaluó en 4.000 las personas que en los primeros años trabajarán en Francia en el contrato con Australia. «Nos hemos casado con Australia durante 50 años», ha bromeado en la radio «Europe 1» el ministro de Defensa, en referencia a la duración del acuerdo. Le Drian ha indicado que este contrato también es bueno para la defensa francesa y para la industria civil, ya que se beneficia de los avances tecnológicos. El ministro de Defensa ha defendido la política de su Gobierno de favorecer la venta de armas, un sector en el que Francia se convirtió el año pasado en el segundo exportador mundial, por detrás de Estados Unidos y por delante de Rusia.

Hasta ahora las exportaciones francesas de armas estaban sustentadas por el sector aeronáutico y, en particular, por los contratos de venta de cazas de guerra Rafale a Egipto, Catar e India, valorados en unos 15.000 millones de euros. El contrato con Australia tiene otra dimensión, ya que supone más del doble de todos los firmados en materia militar por Francia el año pasado. Pero es también una buena noticia para unos astilleros públicos muy afectados por la anulación del contrato firmado con Rusia para la venta de dos portahelicópteros Mistral, a causa de las sanciones a Moscú por el conflicto de Ucrania.

En octubre pasado, la empresa, que emplea a unas 13.000 personas en todo el mundo, había anunciado a supresión de 1.000 puestos, un plan que los sindicatos esperan ahora que sea corregido.