Rafael Simancas (izquierda) junto al ex embajador de España en Estados Unidos, Carlos Westendorp
Rafael Simancas (izquierda) junto al ex embajador de España en Estados Unidos, Carlos Westendorp - Nacho Calonge (UCM)

El exembajador de España en Estados Unidos duda de que Trump vaya a sufrir un «impeachment»

Carlos Westendorp ha ofrecido una conferencia sobre las relaciones transatlánticas tras el cambio de presidente

San Lorenzo de El Escorial Actualizado: Guardar
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«Donald Trump nos ha sumido a todos en una enorme incertidumbre», así arranca Carlos Westendorp, quien ejerció como ministro de Asuntos Exteriores y embajador de España en Estados Unidos, durante los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial. Westendorp mira hacia el pasado y examina el recorrido de las relaciones bilaterales entre España y Estados Unidos, «no siempre fue una relación tan buena», valora y compara entre la era de Clinton y el periodo de Bush hijo, la primera fue buena y la segunda no tanto.

Sin embargo, la figura peculiar de Donald Trump y sus comentarios contradictorios suscita incredulidad. El ex embajador recuerda las «barbaridades que ha ido diciendo en la campaña electoral para ganar las elecciones» como el muro de México que lo iban a pagar los mexicanos, que ahora ha pasado a tratarse de «una valla» en un tramo.

Lo mismo ocurre con el veto migratorio hacia seis países musulmanes, a través del cual se esperaba que iban a ser expulsadas unas «11 millones de personas», pero la iniciativa ha cambiado su rumbo y las deportaciones ahora están condicionadas a aquellos que tengan causas judiciales pendientes.

Donald Trump tiene un índice de aceptación bajo, el más bajo de los seis primeros meses de la historia reciente
Carlos Westendorp

Westendorp no olvida al analista internacional argentino Raúl Isman, cuyos pronósticos proyectados en la premisa de que un candidato podría perder las elecciones, alertaron de la victoria de Trump y la caída de Hillary Clinton. El periodista y escritor ha estudiado también la posibilidad de que el presidente republicano acabe sufriendo en sus carnes, lo que implicaría su expulsión a través de un «impeachment». Pero el exministro de Asuntos Exteriores no lo cree probable. «A pesar de que Trump tiene un índice de aceptación bajo, el más bajo de los seis primeros meses de la historia reciente», entre los que le han votado «mantiene un 80%» de popularidad.

Las relaciones comerciales y los tratados internacionales se han visto agitados con la nueva figura de la Casa Blanca. Los acuerdos bilaterales incluyen una serie de cláusulas de salvaguarda que tocan los derechos fundamentales como el medio ambiente o la sanidad. Sin embargo, acuerdos como el transatlántico con Canadá o el TTIP «son tratados que debe pensárselos mucho» antes de desecharlos. El empleo que se deriva del libre comercio comienza a verse mermado, «Estados Unidos es el segundo exportador de Europa y el tercero de nuestras importaciones», señala el ex embajador. El concepto de «America First» nace de la idea de que muchas de las empresas nacionales están en el extranjero, por ello que el asesor hispano de Trump defienda que «son tratados multilaterales disfrazados», es decir que se benefician otros países ajenos al acuerdo, contrario a su intención.

A los europeos nos choca Guantánamo, la pena de muerte o que no haya protección social o sanidad universal
Carlos Westendorp

Para entender los movimientos estadounidenses hasta la era Trump, Westendorp asegura que hay que retroceder hasta la caída del muro de Berlín. En dicho periodo, hubo una transición de un «mundo bipolar a un mundo unipolar» gracias al sentimiento de unidad que supuso para los ciudadanos del mundo. En cambio, en Estados Unidos la conmoción fue diferente porque «tiene la peculiaridad» de carecer de una profundidad en valores compartidos como el Estado de Bienestar. «A los europeos nos choca un Guantánamo abierto, que mantengan la pena de muerte, que no haya protección social o sanidad universal», por lo cual 145 millones de personas carecen de cobertura médica. Westendorp piensa que «somos diferentes» porque están aún en un «estado de pubertad», que se explica a través de las «dos Américas» muy marcadas: una abierta y progresista localizadas en las dos orillas y una América profunda donde un ciudadano de Arkansas.

Europa vs. Estados Unidos

«Trump no cree en la Unión Europea», pero Westendorp aclara que el problema real no es que el presidente de Estados Unidos crea o no en el proyecto común de los 28 países, sino que los propios ciudadanos no lo sientan. Sin embargo, el peso político de Estados Unidos recae a través de la agenda de defensa mediante la OTAN. «Tres cuartas partes de los presupuestos de la OTAN los cubre Estados Unidos», recuerda el exministro, mientras que en el caso de España la participación en el gasto no llega al 0,4%, cuando el Estado español «debería gastar tres veces más», como según está acordado.

Europa en el puño de Estados Unidos y el terrorismo a las puertas, la zozobra que lanza Trump sobre los 28 estados miembros puede ser catastrófica. Mientras se plantea un nuevo mapa político, el presidente de Estados Unidos pone su mira sobre la Alianza Transatlántica y su utilidad en entredicho, como señala Westendorp. En la pasada cumbre del G-7 en Varsovia, Trump confesó su negatividad ante una unión conjunta de defensa «obsoleta y que solo servía para luchar contra el terrorismo».

El ex embajador es optimista en cuanto a la solución: «El momento en que haya una Unión Europea más unida en materia económica y política es ahora». Asimismo, subraya que hay que poner el foco en Alemania, porque los nuevo cambios de la geometría internacional pueden depender de un nuevo Gobierno, aunque cree que todo apunta a que Merkel renueve. « Alemania va a ser una Alemania europea. Es bueno saber que en Francia hay una persona que ha ganado unas elecciones insólitamente siendo europeísta», analiza algunos de los países que pueden seguir marcando el punto clave de unión.

La nueva Unión Europea tras la salida del Brexit debe está conformada por la «una integración de geometría variada», opina el exministro, donde los países que estén dispuestos a ir más lejos sigan una hoja de ruta compartida, mientras que los otros se pueden unir después. Westendorp no creen que las tácticas inmovilistas o estrategias de integración den sus frutos y se pueda lograr el objetivo de una socialdemocracia compartida mediante estos últimos.

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