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Cameron habla a la prensa hoy a las afueras de su residencia en el número 10 de Downing Street - REUTERS

Dramática apelación de Cameron por el «In» desde la puerta de Downing Street

Pide a los votantes que no frustren con el Brexit «los sueños y esperanzas de sus hijos y nietos»

Londres Actualizado: Guardar
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A sus 49 años y solo uno después de ganar una inesperada mayoría absoluta, David Cameron se juega su carrera a cara y cruz en unas horas. Si el jueves gana el Remain, se convertirá en el primer ministro más exitoso de la posguerra, pues esgrimirá dos victorias electorales (incluida la primera mayoría absoluta tory desde 1992) y habrá ganado dos referéndum muy complicados, el de Escocia y el de la UE. Pero si pierde el jueves le quedarán días durmiendo en Downing Street. Aunque haya dicho que quiere seguir gobernando incluso ante una eventual derrota, los incansables brexiters de su partido le aguardan con las dagas en alto y 65 de sus diputados ya han anunciado que promoverían una cuestión de confianza para relevarlo.

Sabedor de que se juega su futuro, y tal vez el de su país, a la ruleta rusa con una consulta que nadie le mandó convocar, este mediodía de martes ha hecho una apelación dramática pidiendo el voto con un atril en la calle frente a la puerta del Número 10. Es una puesta en escena que se reserva a muy contadas ocasiones, un gesto in extremis, con el que trata de empujar al Remain en un momento en que los sondeos ofrecen señales contrapuestas, con el “Telegraph” que acaba de dar siete puntos de ventaja al Stay y “The Times” que otorga dos por delante al Brexit.

Cameron recordó que la decisión de este jueves es “irreversible”. Buscando el respaldo de los votantes adultos, la franja de edad donde más anida el gusto por el Brexit, apeló a ellos advirtiéndoles que pueden comprometer “los sueños y esperanzas de sus hijos y nietos”. “Recuerden que ellos no pueden tomar la decisión que nosotros tomaremos. Si votamos “out”, ahí se queda, es irreversible. Si elegimos dejar Europa la próxima generación tendrá que vivir con las consecuencias mucho más tiempo que nosotros”.

Fuera del marco y su solemnidad, no hubo novedades sobre lo que ha venido diciendo en campaña. Volvió a remachar su eslogan constante: “Gran Bretaña está mejor dentro de la UE que fuera por nuestra propia cuenta”. Aseguró que el Brexit pone en riesgo a la familias y los empleos y consideró que la pertenencia a la UE, la colaboración con los socios, ayuda a hacer frente al terrorismo en “un mundo peligroso”.

El discurso ha suscitado críticas en Leave, porque le acusan de haber roto el período de neutralidad para el Gobierno y altos funcionarios que fija la ley electoral, conocido como “purdah” en la jerga política inglesa. El Número 10 asegura que no ha incumplido esa norma.

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