Una decena de detenidos en la ola de protestas tras una nueva inmolación en Túnez

Un periodista local se prendió fuego el pasado lunes para denunciar el elevado paro juvenil

Policías y manifestantes se enfrentan en las protestas en Kasserine Reuters

ABC

Abderrazak Rezgui , de 32 años y camarógrafo de una cadena de televisión local en Túnez , decidió el pasado lunes «comenzar una revolución» por su cuenta. Así lo anunció en un vídeo que compartió en directo. Acto seguido, se prendió fuego en la plaza de Kasserine , en una depauperada región del interior del país. Poco después, murió por las quemaduras. Su inmolación evoca la del joven Mohamed Bouazizi hace ocho años en una localidad próxima, que desató una ola de protestas y forzó la salida del país del entonces mandatario tunecino, Zinedin el Abidin Ben Ali . Fue el estallido de lo que se conocería como primavera árabe .

En esta ocasión, Rezgui buscaba llamar la atención sobre la falta de empleo que sufren los jóvenes en Túnez, un colectivo en el que el desempleo alcanza el 35%. «Si una persona consigue un trabajo gracias a mí, estaré encantado de que Dios le ayude», aseguró en su mensaje por internet. «Ya es suficiente, ocho años ya –continuó–. Te cansas de las promesas diarias incumplidas. Estas son solo mentiras. No pertenezco a ningún partido político. Tú te niegas a contratar a desempleados y prefieres corromper a los que ya tienen un medio de vida».

Que consiga su objetivo revolucionario está por ver, pero, por el momento, se han producido protestas contra la precariedad social y económica en distintas regiones. Este miércoles, la tercera jornada de enfrentamientos nocturnos entre fuerzas de seguridad y manifestantes se saldó con una decena de detenidos, según informa Efe.

El coronel mayor de la Guardia Nacional, Houssameddine Jebabli, negó este jueves a la prensa local que se trate de manifestaciones «pacíficas» y acusó a los participantes de utilizar cócteles mólotov y piedras contra una patrulla fronteriza y varios puestos de seguridad. Mientras, la policía judicial abierto una investigación para aclarar las causas de la muerte del periodista en Kasserine, en la que varias personas han sido interrogadas y podrían enfrentarse a los cargos de asesinato y no asistencia a persona en peligro.

Amenaza de huelga general

Por su parte, el Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT) amenaza con una huelga general y acusa al Estado de «contribuir a transformar el sector mediático en un foco de dinero sucio que sirve a intereses particulares, sin control y sin respeto por las leyes y la normativa laboral».

Pese a la transición política que se abrió en Túnez, los problemas de económicos y de corrupción persisten. El Gobierno tuvo que pedir un préstamo por 2.500 millones de euros al Fondo Montenrio Intrernacional (FMI) a cambio de medidas de austeridad.

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