Corea del Sur compara la bandera del Sol Naciente de Japón con la esvástica y pide prohibirla en Tokio 2020

Seúl solicita al Comité Olímpico Internacional que impida en los estadios la enseña de la Armada por ser un símbolo de la ocupación japonesa en la guerra y de la ultraderecha

La bandera del Sol Naciente, tras unos marinos de la Fuerza de Autodefensa de Japón AFP
Pablo M. Díez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En Asia, las heridas sin cerrar de la larga invasión japonesa y la II Guerra Mundial siguen enturbiando sus relaciones diplomáticas con las otras potencias regionales, sobre todo China y Corea del Sur. Abriendo un nuevo frente en la batalla judicial que le enfrenta a Tokio por el pago de supuestas indemnizaciones de guerra, ya satisfechas para las autoridades niponas, Seúl apunta ahora a uno de sus símbolos nacionales: la bandera del Sol Naciente .

Aunque la enseña oficial de Japón es el círculo rojo que representa al sol sobre fondo blanco, denominada « Nisshoki » y popularmente conocida como « Hinomaru », la Infantería y la Marina que forman parte de sus Fuerzas de Autodefensa siguen usando la bandera con ocho o 16 rayos que ondeaba el Ejército imperial durante la guerra, llamadas respectivamente « Hachijo-Kyokujitsuki » y « Jyurokujo-Kyokujitsuki ».

Establecida como bandera de batalla en 1870 y usada hasta el final de la II Guerra Mundial en 1945, la de 16 rayos fue recuperada en 1954 como insignia naval. Pero sigue trayendo malos recuerdos a los países asiáticos que sufrieron la ocupación nipona, ya que la identifican con su pasado imperialista .

Aunque el sol naciente con sus rayos es un icono omnipresente en Japón, dicha bandera se ha convertido en el símbolo de la extrema derecha , cuyos miembros la lucen en sus manifestaciones ataviados con uniformes militares. Para impedir que esto ocurra durante los Juegos Olímpicos de Tokio , el Gobierno surcoreano ha lanzado una campaña por la prohibición de la bandera del Sol Naciente en los estadios. Una demanda con clara intención política porque, aunque algunos ultraderechistas la ondeen, los hinchas japoneses que acuden a los estadios son los más cívicos y respetuosos del mundo, como demuestran sus imágenes en cada Mundial de fútbol hasta limpiando sus gradas.

En septiembre, el Ministerio de Deportes envió una carta al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, quejándose de que esta bandera representaba para los asiáticos lo mismo que la esvástica de los nazis para los europeos. «Hemos destacado que el uso de la bandera del Sol Naciente en las Olimpiadas de Tokio va directamente en contra del espíritu olímpico y sus valores promoviendo la paz mundial y el amor a la humanidad», anunció el Ministerio de Deportes surcoreano, según informa la agencia estatal de noticias Yonhap.

Al igual que otros símbolos políticos, la FIFA prohíbe dicha bandera en sus campos de fútbol, pero el COI todavía no ha tomado una decisión. Para el Ministerio de Exteriores japonés, se trata de una parte de integral de la cultural nacional y está «ampliamente aceptada en la comunidad internacional», recoge «The Guardian».

«Símbolo de guerra»

Ante la falta de respuesta del COI, los diputados surcoreanos han adoptado una resolución en la que piden prohibir la bandera del Sol Naciente en los Juegos Olímpicos y la comparan con la esvástica nazi .

El pasado septiembre, medios de Corea del Sur recogieron unas declaraciones del parlamentario An Min-suk, del gobernante Partido Democrático, en las que señalaba que esa enseña «que simboliza la guerra no es apropiada para unos Juegos Olímpicos pacíficos». «La bandera del Sol Naciente es similtar a un símbolo del demonio para asiáticos y coreanos, justo como la esvástica es un símbolo de los nazis que recuerda a los europeos la invasión y el horror», recogieron esos medios.

Esta « guerra de las banderas » es el último conflicto diplomático en las siempre difíciles relaciones entre Japón y Corea del Sur, dos vecinos enfrentados por sus disputas territoriales y sus cicatrices históricas. Mientras Tokio reclama a Seúl la soberanía sobre los islotes de Takeshima, que Corea del Sur controla desde 1952 bajo el nombre de Dokdo, las últimas «mujeres del consuelo» supervivientes siguen reclamando indemnizaciones a las autoridades niponas.

Así se conoce a las 200.000 esclavas sexuales, entre chinas, coreanas, taiwanesas, filipinas e indonesias, que el Ejército imperial japonés utilizó como prostitutas para sus tropas durante la guerra. Aunque Tokio ya ha pagado indemnizaciones millonarias a estas mujeres, hoy ancianas, es un tema recurrente en Corea del Sur porque los partidos políticos lo suelen usar de forma electoralista para avivar un nacionalismo cada vez mayor en las grandes potencias de Asia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación