Condenados diez de los doce manifestantes de Hong Kong que intentaron huir a Taiwán

Menos los dos menores del grupo, han sido sentenciados por un tribunal de China a entre siete meses y tres años de cárcel por cruzar ilegalmente su frontera

Una manifestante en apoyo de los condenados protesta a las puertas del tribunal de Shenzhen EFE
Pablo M. Díez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En China, la Navidad no viene cargada de regalos, sino de condenas. Tras la sentencia de cuatro años a la bloguera Zhang Zhan por informar sobre el coronavirus en Wuhan, este miércoles han sido condenados diez de los doce manifestantes de Hong Kong apresados en verano en aguas chinas cuando intentaban huir en barco a Taiwán.

Menos los dos menores del grupo, que no han sido juzgados y ya han sido devueltos a Hong Kong, todos ellos han sido sentenciados por cruzar ilegalmente la frontera. A los dos organizadores de la fuga, Tang Kai-yin y Quinn Moon , única mujer del grupo, les han caído tres y dos años de cárcel respectivamente, así como una multa de 20.000 y 15.000 yuanes (2.500 y 1.870 euros). Tras confesar su culpabilidad, los ocho restantes han sido sentenciados a siete meses y multa de 10.000 yuanes (1.250 euros), según informa el periódico «South China Morning Post».

Todos ellos, procesados en Hong Kong por participar en las manifestaciones reclamando democracia y uno acusado bajo la nueva Ley de Seguridad Nacional impuesta por Pekín, fueron capturados el 23 de agosto cuando trataban de escapar a la isla de Taiwán. Detenidos desde entonces en China continental, y sin acceso a sus familias ni a abogados propios, fueron juzgados este martes por un tribunal de la ciudad de Shenzhen, vecina a Hong Kong . Aunque la vista era en teoría abierta al público, no pudieron asistir ni sus familiares ni los diplomáticos occidentales que acudieron al juzgado y han criticado la opacidad habitual del autoritario régimen chino.

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han pedido su liberación y la de la bloguera Zhang Zhan, además de la de otros disidentes y activistas de Derechos Humanos detenidos. Mientras el secretario de Exteriores británico, Dominic Raab , criticaba este martes que los jóvenes de Hong Kong habían sido «juzgados en secreto», la UE emitía un comunicado denunciando que la bloguera había sufrido «torturas y maltrato durante su detención y su salud se había deteriorado gravemente». En huelga de hambre desde hace varios meses como protesta, Zhang Zhan, de 37 años, está siendo alimentada con una sonda nasal y se teme por su vida.

Además, la UE criticó que el 13 de diciembre había sido confirmada la sentencia a cuatro años de cárcel al abogado de Derechos Humanos Yu Wensheng, sin que hubiera sido defendido por otro letrado como ordena la ley en China. Junto a Zhang Zhan y Yu Wensheng, Bruselas reclamó la libertad para una decena de disidentes. Entre ellos destaca el intelectual uigur Ilham Tohti, galardonado con los premios Sajarov y Vaclav Havel de Derechos Humanos por denunciar la represión contra esta minoría musulmana en la región de Xinjiang.

Pero, al mismo tiempo que expone sus abusos, Bruselas ultima con China un acuerdo de inversión que daría ventaja en este país a las empresas europeas frente a las estadounidenses. Impulsada por Alemania, el país con más intereses en el vasto mercado chino, la negociación se ha visto bloqueada por Francia y otros gobiernos por las denuncias de trabajos forzados en Xinjiang. Para desatascar el acuerdo antes de final de año, plazo límite, el presidente chino, Xi Jinping , tiene planeado hablar por videoconferencia este miércoles con los responsables de la Comisión y el Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y Charles Michael, y con la canciller alemana, Angela Merkel, y su homólogo francés, Emmanuel Macron.

La implicación personal de Xi en la negociación demuestra que China está ansiosa por firmar el acuerdo antes de la toma de posesión de Joe Biden como presidente de EE.UU. en enero, cuando teme que forme una alianza democrática con Europa espoleada por la catástrofe del coronavirus. A pesar de las promesas de apertura del gigantesco mercado chino, la quimera con que Pekín silencia las críticas de Occidente a su autoritarismo, habrá que ver cómo influyen las condenas que, como cada año, trae la Navidad a China en lugar de regalos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación