Carlos Mesa se impondría en un balotaje en Bolivia

La muerte por coronavirus de la hermana mayor de Evo Morales, Esther, ha revuelto las aguas turbulentas de Bolivia. El expresidente, refugiado en Buenos Aires, no viajará a su país a despedirse de ella porque sería detenido. «Por qué tanto odio, racismo y persecución política que me impiden ver, por última vez, a mi única hermana. Para mi, Esther fue mi madre. La historia juzgara», escribió en su cuenta de Twitter Morales.

Evo Morales, con media docena de causas judiciales pendientes , rechazó las condolencias de su sucesora en el Gobierno, la presidenta interina Jeanine Áñez. La muerte de Esther Morales se produce en un contexto de tensión y muerte por el Covid-19 y a pocos meses de que se celebren las elecciones prevista para octubre.

La última encuesta coloca cabeza a cabeza a Luis Arce, el candidato del MAS (Movimiento Al Socialismo) con el expresidente Carlos Mesa (comunidad Ciudadana). El primero obtendría un 33 por ciento mientras el último y gran perjudicado del fraude en las urnas del pasado año le pisaría los talones con un 32 por ciento . Áñez, que había empezado la campaña con una tendencia al alza acusa la tragedia de la gestión de la pandemia y se desinfla con un 17 por ciento.

El resto de los candidatos no superarían los diez puntos. Luis Fernando Camacho «el macho Camacho» (Creemos) que enfrentó el «pucherazo» del anterior Gobierno desde Santa Cruz, motor económico de Bolivia, apenas llega a un 9 por ciento y el expresidente Jorge Tuto Quiroga (Libre 21), se queda con un 5 por ciento. Chi Hyun Chung, la promesa del Frente para la Victoria se quedaría con un 2 por ciento y Feliciano Mamani, de Pan-Bol apenas con un 1 por ciento.

Sin mayoría absoluta para ningún candidato, en una segunda vuelta, según el sondeo de Mercados y Muestras para Página 7, Mesa se impondría con un 47 por ciento frente al 30 de Arce.