Un «boss» de Cosa Nostra se traga un dedo de uno de sus carceleros y ataca a otros seis
El mafioso Giuseppe Fanara amenazó a los agentes: «Os degüello como a cerdos». Fue reducido tras dos horas de pelea
La brutalidad de un mafioso no conoce límites. Se ha puesto de relieve, una vez más, en la cárcel de Rebbibia de Roma. Giuseppe Fanara , de 60 años, un boss de la Cosa Nostra , condenado a cadena perpetua, agredió a siete agentes penitenciarios, mordiendo el dedo de uno de los policías hasta arrancarlo. Luego se lo tragó.
El ataque se produjo el 17 de junio, tras un control de los guardias penitenciarios en la celda de Fanara. En ese momento, el mafioso, enfurecido y fuera de sí, atacó a los policías. A uno de ellos le echó las manos al cuello para tirarlo al suelo, lo pateó y golpeó. Durante la pelea, le mordió el dedo meñique de su mano derecha. Nunca lo encontraron. De ahí la hipótesis de los investigadores, encabezados por la fiscal Giulia Guccione: el preso se lo habría tragado.
Pero ahí no acabó la cosa. El boss , tras haberle amputado el dedo meñique al carcelero, se abalanzó sobre los otros seis compañeros que habían intervenido para defenderlo. Fanara se hizo con el palo de una escoba y, con tono amenazador, les gritó: «Yo a vosotros os degüello como cerdos». Dos horas les costó a los agentes penitenciarios calmar al jefe mafioso. Al final lo pudieron sujetar, fue bloqueado en el suelo y desarmado.
Bajo el régimen penitenciario más estricto
Fanara ha sido acusado de resistencia a la autoridad y lesiones muy graves a un funcionario público. El boss fue arrestado en el año 1999, durante una reunión de mafiosos. Se encontraba en la clandestinidad tras haber participado en el asesinato del carabinero Giuliano Guazzelli , en Agrigento (Sicilia), en abril 1992.
Por su peligrosidad, el boss Giuseppe Fanara estaba sometido al artículo 41-bis de la Ley de prisiones, artículo conocido por establecer el régimen más duro para los condenados. Desde el riguroso régimen penitenciario de Rebibbia, Fanara ha sido trasladado a Sassari, en una prisión de máxima seguridad de la que es prácticamente imposible evadirse.
En la cárcel de Rebibbia conmovió el episodio. Pero no sorprendió la brutalidad de un mafioso. Hace 24 años, por orden del boss Giovanni Brusca , fue asesinado Giuseppe Di Matteo, hijo del arrepentido de mafia Santino , que no había querido retractarse de sus acusaciones a los líderes de la Cosa Nostra. Giuseppe era un niño de 12 años. Disolvieron su cuerpo en ácido. Un crimen que nadie olvida porque refleja la crueldad de la mafia.
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