El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy
El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy - afp

Sarkozy pide limitar los derechos de los refugiados en Francia

El expresidente pide acciones más enérgicas, como la creación de centros de retención, restablecer fronteras interiores y renegociación del Espacio Schengen

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François Hollande y Nicolas Sarkozy comparten una visión dramática de la crisis de los refugiados. Pero están enfrentados en cuestiones esenciales. El presidente sigue esperando una respuesta europea. El expresidente pide acciones más enérgicas: Suprimir la ayuda médica a los inmigrantes y refugiados, instauración del estatuto de refugiado de guerra, creación de centros de retención, restablecer fronteras interiores y renegociación del Espacio Schengen.

Manuel Valls, primer ministro, abrió en la tarde del miércoles un gran debate en la Asamblea Nacional, dramatizando la crisis, repitiendo en un tono grandilocuente respuestas tímidas, conocidas, fracasadas o aparentemente insuficientes. Valls citó informes del contraespionaje francés, anunciando que un millón de inmigrantes se encuentran en la frontera mediterránea de Europa, esperando entrar de alguna manera en un continente balcanizado políticamente por la crisis.

Ante tal horizonte —«la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial»— repitió los grandes principios bien conocidos de la respuesta francesa a la crisis: mil euros de ayuda para las alcaldías que reciban refugiados o inmigrantes; 279 millones de nuevas ayudas durante los próximos dos años; mejores controles fronterizos; refuerzo de la lucha contra la inmigración ilegal; lanzamiento de operaciones militares «coercitivas» contra los traficantes de seres humanos; creación de nuevos puestos en la Gendarmería y los servicios de seguridad… Valls insistió en que esta crisis «necesita una respuesta colectiva, europea», subrayando que considera inaceptables las posiciones de los países del Este que no desean recibir refugiados. El primer ministro terminó su declaración anunciando la reunión de una gran conferencia internacional sobre los refugiados, en París, a principios de 2016.

Horas antes, Nicolas Sarkozy había presentado las proposiciones de su propio partido, Los Republicanos (LR), detallando medidas más enérgicas e inmediatas, comenzando por una iniciativa sin precedentes: una gran «referéndum» entre los militantes y simpatizantes del centro-derecha, para poner en práctica una nueva política nacional sobre la inmigración y los refugiados, equidistante del PS y del FN (extrema derecha).

Mensaje claro

A juicio de Sarkozy, «Hollande no ha estado a la altura de la crisis. No ha explicado a la nación la gravedad de la crisis, proponiendo alternativas». A juicio del expresidente, las ambigüedades y falta de energía de Hollande han contribuido a crear, en Francia, un clima de «angustia larvada e incertidumbre». Para responder con rapidez y energía ante esta situación Sarkozy propone medidas inmediatas, nacionales y europeas. A escala nacional, Sarkozy propone suprimir la Ayuda Médica del Estado (AME) a inmigrantes y refugiados, con varios objetivos: «Enviar un mensaje claro, evitar el efecto llamada y tranquilizar a una opinión pública muy inquieta. Invito a nuestros militantes y simpatizantes a dar su opinión sobre doce cuestiones esenciales, para forjar juntos una nueva política».

En otro plano, Sarkozy estima imprescindible instaurar el estatuto de refugiado de guerra (diferente del estatuto de refugiado político y el inmigrante económico), con carácter «temporal». A mucho más corto plazo, Sarkozy cree indispensable crear centros de retención de inmigrantes y refugiados «lo más cerca posible de los focos de crisis y tensión». A escala continental, Sarkozy insiste en la necesidad de una «renegociación global del Espacio Schengen», para mejor controlar las libertades y la seguridad común.

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