Alemania recibe con aplausos a los refugiados

La cruel imagen de Aylan Kurdi, el niño sirio de 3 años muerto sobre la orilla de una playa de Turquía, ha logrado movilizar la conciencia de todos los ciudadanos y de los dirigentes de la UE ante una crisis de refugiados que ha puesto en jaque a los máximos mandatarios. Sin embargo, ante una situación tan desagarradora, florece también la versión más amable y solidaria del ser humano.

«Se ha acabado el tiempo del juego de culpas, es el momento de tomar decisiones y transformar las decisiones en acciones y hacerlo de manera unida, como europeos», ha dicho este sábado en Luxemburgo la Alta Representante de la UE, Federica Mogherini, quien reconoció que «ha llevado desafortunadamente algunos meses» a los estados miembros darse cuenta de que se trata de un problema europeo y no de un país en concreto.

Los primeros en recibir con vítores y aplausos a los refugiados han sido los propios ciudadanos alemanes. Las autoridades de la ciudad alemana de Múnich, el cardenal Reinhard Marx y el líder de la iglesia protestante Heinrich Bedford-Strohm han dado la a los recién llegados en la estación de tren, avanzadilla de un grupo que se espera supere hoy las 5.000 personas.

Marx y Bedford saludaron personalmente y cambiaron algunas palabras con algunos de los recién llegados, que fueron aplaudidos por muchos muniqueses en la estación. En Múnich la gente ha reaccionado con una ofensiva de donaciones de ropa y muchos espontáneos se han dado cita en la estación con letreros de bienvenida.

«Podemos enfrentar este reto», ha dicho el alcalde de Múnich, Dieter Reiter, que también acudió a la estación de tren al igual que la ministra de Integración bávara, Emilia Müller.

Según datos del diario muniqués «Münchner Merkur», a mediados de la tarde habían llegado a Múnich, en varios trenes cerca de 850 refugiados procedentes de Hungría en trenes que habían viajado hacia Alemania a través de Austria.

«Teníamos que hacer frente a una situación de emergencia», ha dicho un portavoz del Gobierno alemán, justificando la decisión de Viena y de Berlín de autorizar expresamente que los refugiados entraran a sus países.

En total, la policía federal calcula que a lo largo del día llegarán a Alemania entre 5.000 y 7.000 refugiados procedentes de Hungría, lo que triplicará el flujo de los días anteriores. «Es tres veces más que en los otros días. Poco a poco llegamos a los límites de nuestras capacidades», dijo el portavoz de la policía federal Ivo Priebe.