Vester Flanagan, el asesino de los periodistas de Virginia
Vester Flanagan, el asesino de los periodistas de Virginia - reuters

La cadena exigió a Vester Flanagan que pidiera ayuda médica

El asesino de Virginia dice en una carta haber sufrido discriminación racial y sexual

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Como en una suerte de marea que va y viene en los Estados Unidos cada vez que la violencia hurga en su herida, un país conmocionado por la muerte en directo de dos joviales reporteros repartía este jueves su carga de culpas entre las armas de fuego y las redes sociales. Y el pulcro silencio recordaba para siempre a Adam y Kati durante el programa que cada día daba cobijo a sus aspiraciones profesionales, en el canal WDBJ7.

Por entonces se conocía que la cadena local de televisión del estado de Virginia para la que trabajó el asesino como reportero había exigido en 2012 a Vester Lee Flanagan que pidiera ayuda médica ante las continuas quejas de sus compañeros por su «agresividad» y sus «amenazas».

Tres meses antes de ser despedido, fue advertido por escrito de que la recomendación era «de obligado cumplimiento», sugerencia que no siguió el que entonces constaba en el canal formalmente con el nombre falso de Bryce Williams.

Según consta en documentos del propio canal y en los correos electrónicos que el entonces director de noticias, Dan Dennison, remitió a Flanagan, revelados este jueves por el diario británico «The Guardian», entre las denuncias internas recogidas por la empresa contra él se encuentra una por acoso a un compañero del mismo sexo con «un lenguaje corporal duro y agresivo».

Intento de justificación

El mismo Flanagan reconoce su homosexualidad en el largo escrito que remitió por fax a la cadena de televisión norteamericana ABC News. Según se supo este jueves, en dicho documento, considerado por él mismo como una «carta de suicidio», el criminal justifica su acto denunciando la «discriminación racial y sexual» que había sufrido durante su año laboral en la cadena de televisión. Una denuncia negada ayer mismo por sus excompañeros y empleados de la empresa.

En su alegato previo, Flanagan achacaba su acción también a la matanza racial que tuvo lugar en una iglesia de Charleston hace algunas semanas, en la que murieron nueve personas: «Lo que me llevó al límite fue el tiroteo de la iglesia. Y mis balas de punta hueca llevan las iniciales de las víctimas».

Aunque se había apuntado esa posibilidad, este jueves se confirmó que el asesino grabó su propio ataque contra los dos reporteros y, en los minutos siguientes al tiroteo, compartió las imágenes en las redes sociales. Horas después, la Policía suspendió sus cuentas en Twitter y en Facebook.

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