Pensionistas esperan para cobrar a las afueras de una sucursal del Banco Nacional de Grecia en Atenas
Pensionistas esperan para cobrar a las afueras de una sucursal del Banco Nacional de Grecia en Atenas - efe
Crisis en Grecia

«La gente no podrá pagar la subida»

Las encuestas muestran que la calle sigue apoyando a Tsipras, aunque los recortes y el incremento de impuestos hacen que aumente el malestar

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A pesar del cambio que van a suponer las reformas en la vida de los griegos, el 58% de la población helena califica de positiva la gestión que ha hecho Alexis Tsipras de la crisis política con sus colegas de la Eurozona. Así se desprende de la encuesta publicada ayer por el diario griego «To Vima», según el cual el 51,1% de los griegos apoya el acuerdo y el 72% considera que no había otra alternativa; mientras que el 70% está a favor de que el Parlamento griego dé hoy su visto bueno en la votación

Andreas, un economista que tiene empresa propia, cree que «Tsipras puede convertirse en un auténtico líder del país, que hará lo que hay que hacer sin pensar en el coste politico porque echará de su partido los que quieren volver a la dracma.

Es el único que puede colaborar con otros partidos de la oposición para salvar al país. Y el único que puede ayudar a los verdaderamente pobres».

Kéty, que se prejubiló antes de que cerrara la tienda donde trabajaba, piensa que «los demás prometieron y no hicieron casi nada. Alexis por lo menos ha dado la cara y se ha dejado la piel hasta ahora. Y será capaz de seguir adelante», afirma. Para Fánis, director del departamento de contabilidad de una empresa griega, «lo importante es que abran los bancos. Y Tsipras lo conseguirá».

El acuerdo conseguido por el primer ministro Alexis Tsipras ha tranquilizado a los griegos que temían una salida del euro con una quiebra desordenada. Pero quienes entienden el texto del acuerdo, que es un documento público ya traducido, comprenden sus repercusiones: representará un encarecimiento de la vida diaria gracias a los nuevos impuestos directos e indirectos debido a las reformas del IVA.

Fánis Vasayánis, director de contabilidad en una empresa técnica encargada de hacer estudios para edificaciones lo confirma: «Habrá más impuestos y yo creo que la gente no podrá pagar. Quienes conozco a mi alrededor han pagado hasta ahora, son gente cumplidora, pero no sé si podrán en el futuro. Y sobre todo las compañías con tantas obligaciones fiscales no veo que puedan crear más trabajo, más bien se verán obligados a despedir a gente». Fanis conoce bien el sistema fiscal griego y es consciente que con los recortes estatales y las prejubilaciones, el personal en las oficinas de Hacienda ha disminuido y se siente mal retribuido.

«Si funcionara bien el sistema de recaudación fiscal, podrían descubrirse las irregularidades y recaudar más. Pero ahora esto no ocurre.» Una de las reformas de los pasados años fue disminuir las oficinas de Hacienda y obligar a todos los contribuyentes a presentar la declaración de forma electrónica, para evitar contactos personales (y consecuentes sobornos). Ahora parece que quienes aún tenían dinero en sus cuentas han pagado electrónicamente los impuestos, temiendo un recorte. Los demás no pagan… sencillamente porque no tienen. «Y cuando vayan a la compra, verán como subirán los precios con el nuevo IVA».

Impotencia e inquietud

El cierre de la banca ha provocado que aumente la sensación de impotencia y de inquietud en todo el país. En el caso de Níkos Sfíras, un cirujano cardiaco que trabaja en el Hospital Hipocrátio de Atenas, existe inquietud.

«El hospital funciona sin problemas, pero no sabemos por cuanto tiempo. Nosotros los cirujanos del corazón utilizamos productos caros, todos importados, para nuestras operaciones. Todavía no nos falta de nada, pero les decía a los colegas que hablaban de la vuelta a la dracma que lo que necesitamos no se compra con dracmas, se compra con dólares. Y no se enteraban de lo que ello supondría para el hospital y para todos los enfermos». Eso es porque en los quirófanos griegos se habla de fútbol y de política, por supuesto. Lo que le inquieta a Nicos es que los almacenes de los que se surten las farmacias están quedándose sin stock de material.

Cuando ABC le pregunta sobre la huelga general de los farmacéuticos, comenta que no tiene ninguna repercusión en los hospitales estatales, que se surten de medicinas de otra forma. Pero comenta que hasta ahora las once mil farmacias que tenían hasta hace poco un 30% de beneficios limpios sobre los productos de parafarmacia (ahora están en el 17% y muy enfadados por ello) no podrán seguir con privilegios gremiales. «Ya es hora que se liberalicen las profesiones», concluye.

Ver los comentarios