Cameron presenta hoy su programa, con ahorros de 17.000 millones en la factura social

David Cameron presenta hoy su programa de Gobierno al Parlamento, el llamado Discurso de la Reina, en una alambicada y protocolaria ceremonia cuyos orígenes se pierden en el siglo XVI y que simboliza la independencia de las cortes frente al poder real. Isabel II llegará en carroza a Westminster con sus galas más protocolarias y en un tono absolutamente neutro, como ordena la tradición y su deber de imparcialidad, leerá el discurso preparado por Cameron y su equipo. La soberana cerrará la alocución con el tradicional «milores y miembros de la Cámara de los Comunes, rezo para que la bendición de Dios todopoderoso habite en vuestros consejos». Luego los partidos debatirán durante cuatro días la propuesta para dar luz verde o no al nuevo primer ministro, pero la inapelable mayoría absoluta de Cameron hace que esta vez sea solo untrámite.

El primer ministro ha dicho que con su exposición programática de hoy aspira «no tanto a reescribir las leyes de este país como sus valores, que serán la pieza central del primer Discurso de la Reina de mi nuevo Gobierno». Tras cinco años de coalición con los liberal demócratas, ahora tiene las manos libres y además ha anunciado que no volverá a presentarse, por lo que intentará marcar una impronta más ideológica.

El anuncio estelar será la ley que convoca el referéndum sobre la permanencia en la UE, que podría celebrarse ya en mayo del próximo año, como ayer mismo reclamaba la EEF, la mayor asociación de fabricantes del país, que quiere seguir en la Unión; o relegarse hasta el 2017, que era la idea inicial de Cameron. Asociado a la consulta, se esbozarán medidas para controlar la inmigración, como que no habrá ayudas sociales para los llegados de la UE durante sus primeros cuatro años o que serán expulsados a los seis meses si no encuentran empleo.

Socialmente, el programa trae palos y zanahorias. Se congelará el IVA durante cinco años, se darán ayudas para que 1,3 millones de británicos logren convertirse en propietarios de sus viviendas y se ampliarán las horas gratuitas de cuidados para niños de tres y cuatro años. Además se invertirán 11.200 millones más cada año en el servicio nacional de salud.

Pero también habrá tijera: 18.300 millones de euros de ahorro en el gasto de los departamentos gubernamentales y una rebaja de 17.000 millones en la factura del Estado del Bienestar, porque Cameron ha explicado que prefiere que ese dinero esté «en el bolsillo de los ciudadanos». Se espera un recorte del tope anual de ayudas sociales por familia, que bajará de las 26.000 libras a 23.000. Con este último ahorro los conservadores quieren financiar dos millones de contratos de aprendizaje. Cameron prometerá que la legislatura que comienza será la del «pleno empleo en el Reino Unido». Y podría lograrlo, porque el paro está en solo el 5,5%.

También se anunciará la prometida devolución de más poderes a Escocia y medidas contra el terrorismo islámico, sobre todo para poder encausar a los llamados «predicadores del odio».

Nada más concluir su discurso, el primer ministro iniciará una gira por cinco capitales de la UE para seguir negociando cambios en la relación del Reino Unido con la Unión, que le permitan pedir el «sí» en el referéndum.