El potente seísmo de Nepal destruyó 60 de las 140 casas de piedra y adobe en la remota aldea de Kumpur-Bhajang, adonde aún no ha llegado la ayuda humanitaria al hallarse en la cima de una montaña
El potente seísmo de Nepal destruyó 60 de las 140 casas de piedra y adobe en la remota aldea de Kumpur-Bhajang, adonde aún no ha llegado la ayuda humanitaria al hallarse en la cima de una montaña - pablo m. díez

Hallados cien cadáveres en el valle donde desaparecieron los españoles

Dos equipos de la Guardia Civil se dirigen al sepultado pueblo de Langtang para identificar los cuerpos

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Una montaña, pero de cadáveres, es lo único que queda en Langtang, un pueblo borrado del mapa por el terremoto de Nepal y el lugar donde se perdió el rastro de siete de los 13 españoles que aún no ha sido localizados en este país. Popular escala de una transitada ruta de senderismo a 60 kilómetros al norte de Katmandú, Langtang contaba con 55 albergues para montañeros que fueron sepultados por las avalanchas que provocó el seísmo. Entre sus escombros, aplastados por un alud de nieve, rocas y árboles, han sido hallados cien cadáveres y podría haber otros 120 más. Según informa la agencia Reuters, siete de ellos son de extranjeros y dos han sido ya identificados, pero aún no se sabe si son los alpinistas españoles desaparecidos.

Para despejar tan dolorosa incógnita, dos equipos del Grupo de Montaña de la Guardia Civil se dirigen desde ayer a Langtang: cinco desde la parte superior del valle, a 3.830 metros de altitud, y otros cuatro desde la inferior, a 1.500 metros. Aunque el objetivo del primer equipo era llegar anoche a Langtang, al final se vieron retrasados por las dificultades para moverse por la ruta debido al riesgo de desprendimientos. Cuando, finalmente, lleguen este martes al lugar, intentarán identificar los cuerpos encontrados para descubrir si son los de los montañeros españoles, entre los que hay cuatro asturianos y una catalana.

Para darles apoyo en su misión de inspección y reconocimiento, ayer llegaron a Katmandú 46 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que trajeron cinco perros adiestrados en la búsqueda de personas entre los escombros y un sofisticado equipo técnico. Mientras los perros son capaces de olfatear un cuerpo humano, vivo o muerto, en un perímetro de ocho metros cuadrados, los geófonos de los militares pueden detectar sonidos y vibraciones bajo los cascotes. Además, con sus cámaras de búsqueda pueden penetrar entre los escombros y hasta comunicarse con la persona atrapada, en caso de que esté viva.

«Disponemos de un equipo con capacidad de movimiento en alta montaña, con tres perros para localizar personas vivas y dos para encontrar cadáveres», detalló el comandante Luis Martínez, quien advirtió del riesgo de «avalanchas en el valle porque el terreno sigue siendo muy inestable».

Ayuda a los locales

Mientras esperan a que los agentes de la Benemérita les comuniquen si su presencia es requerida en Langtang, los soldados de la UME tienen previsto participar hoy junto al Ejército nepalí en las tareas de apuntalamiento y estabilización de edificios dañados por seísmo del 25 de abril. «Treinta de nuestros hombres se unirán a dicha misión mientras el resto permanece preparado por si se ordena algún rescate en el valle de Langtang», indicó el capitán Jaime Graus.

Para Gustavo de Arístegui, embajador español en la India y encargado de la búsqueda y repatriación de los nacionales atrapados en Nepal tras el terremoto, se trata de «una importante misión que permitirá a los efectivos de la UME ayudar a los ingenieros militares locales a revisar los daños en numerosos edificios».

Entre 300.000 y 450.000 casas, según distintas valoraciones, se han visto afectadas por el devastador terremoto, que dejó ocho millones de damnificados por casi todo Nepal. De ellos, según la ONU, dos millones necesitarán agua, comida y tiendas de campaña durante los próximos tres meses en las zonas más castigadas por la catástrofe. Para prevenir epidemias, medio millón de niños ya están siendo vacunados.

Mientras sigue aumentando la cifra de víctimas del seísmo, que va ya por 7.366 muertos y 14.500 heridos, se reduce la de españoles sin localizar, que bajó ayer de 21 a 13. Según avanzaron fuentes diplomáticas, para hoy martes está previsto que el Gobierno anuncie una «sensible disminución» de los nacionales desaparecidos, que prácticamente concentraría toda la búsqueda en los montañeros perdidos en el pueblo de Langtang, donde la única montaña que queda es de cadáveres.

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