Grecia da a entender que no puede pagar a sus acreedores

Grecia ha admitido ante sus socios de la zona euro que tendrá muchos problemas para hacer frente a su próximo vencimiento de deuda dentro de siete días, según explicó su representante durante la reunión por teleconferencia de los expertos de los ministerios de Finanzas este miércoles. Aunque posteriormente fuentes oficiales griegas han negado este extremo, los técnicos de la antigua «troika» tienen ya los datos que constatan que el gobierno populista de Atenas afronta una situación desesperada.

Los representantes de los demás países le han respondido reiterando la posición oficial según la cual debe comprometerse a hacer las reformas pactadas para poder recibir el dinero del fondo de rescate. Y a pesar de las buenas intenciones del presidente del Eurogrupo -el holandés Jeroen Dijsselbloem declaró ayer que Grecia había hecho «algún avance»-, el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, anunció dos medidas que aumentarán el gasto en la seguridad social y que van en dirección contraria a las exigencias de los acreedores: anular el copago de 5 euros por consulta médica y contratar a 4.500 profesionales más para mejorar los servicios sanitarios.

Para compensar este aumento del gasto, Tsipras ha prometido también luchar contra la corrupción en el sistema sanitario con lo que pretende ahorrar hasta un 10% del presupuesto.

Dijsselbloem dejó claro que un eventual acuerdo con Grecia «está todavía muy lejos» y los vencimientos a los que el país tiene que hacer frente este mes suman ya cerca de 3.000 millones. El 9 de abril debe pagar 450 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), una obligación cuyo incumplimiento supondría la puesta en marcha del mecanismo que declara técnicamente en quiebra a un país. El día 14 vencen 1.400 millones en obligaciones de deuda y el día 17 otros 1.000 millones.

Según el Gobierno griego, en total para este año necesitaría 19.000 millones de euros de asistencia financiera, cuando supuestamente debería haber llegado a una situación de superávit fiscal para empezar a devolver su deuda. Desde la llegada al poder de Syriza los bancos han perdido más de un tercio de sus depósitos. No está previsto que los ministros se reúnan la semana que viene.