Erdogan el pasado martes durante una ceremonia en el palacio presidencial de Ankara
Erdogan el pasado martes durante una ceremonia en el palacio presidencial de Ankara - reuters

Turquía bloquea la web de la única asociación de ateos del país

Un tribunal ha considerado que viola la prohibición de «fomentar el odio y la enemistad entre la gente»

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Un tribunal turco ha ordenado el bloqueo de la página web de la primera y única asociación de ateos de Turquía. Así lo ha indicado la propia asociación en un comunicado, según informa el diario « Hürriyet Daily News».

El 2º Tribunal Civil del distrito de Gölbasi, en la ciudad de Ankara, ordenó el pasado martes restringir el acceso a la página « Ateizm Dernegi» («Asociación de Ateísmo»), que ayer dejó de estar disponible para los usuarios corrientes de internet. La corte consideró que el sitio web viola el artículo 216 del código penal, que castiga el «fomentar el odio y la enemistad entre la gente».

Los responsables de la asociación han emitido un irónico comunicado, asegurando que mientras la Agencia Espacial Europea logró hace tres meses que la sonda Philae aterrizase en un cometa, «los tribunales en Turquía siguen ocupados bloqueando páginas web, citando leyes de formulación vaga e intentando hacer que una cierta creencia domine a las demás».

«Turquía se está alejando de la civilización moderna tan rápido como su sistema judicial se aleja de la razón», concluye el texto.

Numerosas amenazas

La asociación, la única de este tipo en un país de mayoría musulmana, fue creada la pasada primavera por apenas 11 personas, con el objetivo de prestar apoyo a todas aquellas personas en problemas por declararse ateos. «Mucha gente nos ha llamado tras nuestra creación, diciéndonos que les han insultado o enviado a los tribunales», explicó entonces su director, Tolga Inci. «Ahora mismo tenemos tres abogados voluntarios. Proporcionamos apoyo legal a aquellos compañeros que tienen dificultades financieras y han perdido sus trabajos o han sido expulsados de sus residencias solamente por que Dios no existe o que no creen en él», indicó.

Pero apenas tres semanas después de su fundación, los responsables se vieron obligados a solicitar protección policial debido al elevado número de amenazas recibidas, algunas bastante serias. En 2011, un 64 % de personas encuestadas por la Universidad Bahçesehir de Estambul aseguró que no querían tener a un ateo como vecino. «Ser ateo no es algo que puedas expresar fácilmente en Turquía. Y se está convirtiendo en aún más difícil con el actual gobierno», aseguraba por aquella época Sinem Köroglu, una de las fundadoras de la asociación.

Erdogan y otros miembros del AKP, por ejemplo, utilizan «ateo» como un potente insulto contra sus adversarios (el presidente turco ha llegado a utilizarla en la misma frase que «terrorista», para referirse, por ejemplo, a los implicados en las protestas estudiantiles de Ankara del año pasado). Y en 2013, el diputado Mahmud Macit aseguró en Twitter que todos los ateos «deberían ser exterminados».

Pesadilla burocrática

A pesar de ser un estado formalmente secular, y de que los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan solo llevan poco más de una década en el poder, el estado turco clasifica a sus ciudadanos en función de su credo, hasta el punto de que el documento de identidad incluye una casilla para indicar la religión del portador. Dejarla en blanco –como intentan, por ejemplo muchos padres de matrimonios de diferentes credos que pretenden dejar que sus hijos escojan libremente su religión, así como los no creyentes- supone una verdadera pesadilla burocrática.

«El ateísmo es un concepto que ha sido desconocido o malentendido en el mundo islámico, incluyendo Turquía, hasta épocas recientes. Y estas épocas son tan recientes que en realidad se trata de la última década o así, o la “era de internet”», indica la activista Aydin Turk. «El ateísmo turco está sobre todo en internet, pero existe», asegura.

En Turquía están bloqueadas más de 66.000 páginas web, entre ellas las pornográficas, aquellas que contienen contenidos nacionalistas kurdos, y cada vez más aquellas que hacen referencia a casos de corrupción o elementos comprometedores en el seno del gobierno turco. El mes pasado, el Parlamento turco aprobó una nueva ley que permite a cualquier ministerio decretar la restricción de un sitio web sin necesidad de una orden judicial ni de supervisión de ningún tipo.

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