Bae y Miller, en imágenes difundidas por las autoridades norcoreanas
Bae y Miller, en imágenes difundidas por las autoridades norcoreanas

Liberados los dos últimos estadounidenses que quedaban detenidos en Corea del Norte

Kenneth Bae, misionero evangelista, cumplía 15 años de trabajos forzados por proselitismo religioso y Matthew Miller seis por romper su visado al llegar a Pyongyang

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Kenneth Bae y Matthew Miller, los dos últimos estadounidenses que quedaban detenidos en Corea del Norte, han sido liberados y ya vuelan de regreso a su país, según ha anunciado este sábado la Casa Blanca. En lo que parece ser un gesto de buena voluntad del régimen dirigido por el joven dictador Kim Jong-un, su liberación ha tenido lugar un día antes de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegue a Extremo Oriente para visitar tres países y participar en la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebra el lunes y martes en Pekín.

Kenneth Bae, un evangelista de 45 años con fuertes convicciones religiosas que se dedicaba a llevar grupos turísticos y de negocios a Corea del Norte, cumplía una condena de 15 años de trabajos forzados por «actos hostiles» contra el régimen.

En noviembre de 2012 fue apresado cuando visitaba junto a otros cinco turistas la zona económica especial de Rason, en la frontera con China. Según algunos grupos defensores de los derechos humanos, fue arrestado porque había tomado fotos de niños que mendigaban en la calle. Durante su cautiverio acabó reconociendo que hacía proselitismo religioso, un delito perseguido por el régimen estalinista de Pyongyang. Descrito por sus allegados como un cristiano muy devoto, Kenneth Bae nació en Corea del Sur pero se convirtió después en ciudadano de Estados Unidos, donde estudió en la Universidad de Oregón antes de vivir cerca de Seattle. En los últimos tiempos residía en la ciudad china de Dalian, desde donde viajaba con frecuencia a Corea del Norte para entregar ayuda humanitaria a niños huérfanos.

Por su parte, Matthew Todd Miller, californiano de 24 años, fue condenado el pasado 14 de septiembre a seis años de trabajos forzados por entrar de forma ilegal en Corea del Norte para «cometer espionaje». En su juicio ante el Tribunal Supremo, que duró 90 minutos, reconoció que había roto su visado de turista al llegar al aeropuerto de Pyongyang el 10 de abril porque tenía intención de acabar en una cárcel para investigar sobre los derechos humanos en Corea del Norte.

En octubre fue liberado Jeffrey Fowle, un albañil de 56 años natural de Ohio que llevaba cinco meses esperando a ser juzgado por dejar una Biblia en el baño de un restaurante para extranjeros de la ciudad de Chongjin, un delito también tipificado como proselitismo religioso. Con la liberación de todos ellos, ya no queda ningún estadounidense detenido en Corea del Norte, al menos que se sepa.

Ver los comentarios