Antonio Burgos

Pasar a la Historia

También Fernando VII, el Rey Felón, pasó a esa Historia en la que quiere estar Sánchez

Ramón Palomar

Maoísta de salón

Los de la hoz y el martillo del sector chino no gozaban de un mínimo sentido del humor

Luis Herrero

El juicio de la historia

La memoria de una época no es patrimonio de una sola persona

Octavio Ruiz Manjón

Pasión nacional

«Tal vez sea el momento de reclamar respeto para esas huellas del pasado, tal como están, y de no volver a destruir más budas de Bamiyan. Nuestro pasado está ahí, con sus luces y con sus sombras, y está necesitado, quizás más que en ningún otro momento, de la piedad del historiador. Una necesidad que se remonta a Montaigne y que Azaña utilizaría en uno de los más conocidos de sus discursos»

César Hornero

La memoria oportunista

Esta Ley constituye también una ocasión pintiparada para ese oportunismo político que se ha hecho consustancial a la memoria histórica, cuyos practicantes, por supuesto, no van a desaprovechar

Juan Carlos Girauta

Metaverso y Etaverso

Una vez los merodeadores de tumbas recoloquen los restos, encontrarán otras formas de mantener vivo el recuerdo de su derrota

Juan J. Borrero

La Macarena y Queipo, punto final

La hermandad sale airosa del conflicto de intereses en torno al mandato legal que impuso la salida de los restos de los militares franquistas de la basílica

Antonio García Barbeito

Todos en paz

Los criminales de guerra que no tuvieron piedad de nadie (...) no pueden estar enterrados allí donde se reza el Padrenuestro

Cuando la República planeó regresar a España en 1946

José Luis Jiménez

Documentos de un ministro republicano exiliado acreditan que hubo un 'plan de acción urgente' por si ese año derrocaban al régimen de Franco. Condenado por Truman, Churchill y Stalin, la creencia internacional era que España caería, como Alemania e Italia, dentro de la búsqueda de una Europa antifascista

Cuando la República pisoteó los esfuerzos de José Antonio Primo de Rivera por evitar la Guerra Civil

Manuel P. Villatoro