Destilados
La flor de uva: el ingrediente secreto de la ginebra de moda
G’Vine ha conseguido conquistar a una legión de fieles seguidores que se han convertido en embajadores voluntarios de la marca a través de sus recomendaciones boca a boca
Apenas tres años después del descubrimiento de América, otro extraordinario hallazgo tuvo lugar en Holanda : la ginebra . Tuvo que pasar prácticamente un siglo para que esta bebida espirituosa cruzase el Canal de la Mancha y se estableciera en Inglaterra como una de sus enseñas nacionales, un concepto que ha llegado hasta nuestros días. En los últimos años, el consumo de la ginebra asociada a la tónica ha vivido un auge espectacular en nuestro país, convirtiéndose en el indiscutible combinado de moda.
Este apogeo ha provocado la aparición de innumerables marcas para todos los gustos procedentes de todos los rincones del planeta. Desde la región de Cognac , en Francia , ha llegado una de las más especiales, G’Vine , con una particular fórmula de destilación a base de uva , diferenciándose de la mayoría de las ginebras que se destilan de cereales. De este modo, esta marca francesa ha conseguido conquistar a una legión de fieles seguidores que se han convertido en embajadores voluntarios de la marca a través de sus recomendaciones boca a boca.
El ingrediente mágico , según las propias palabras del creador de G’Vine, Jean-Sébastien Robicquet , es incluir la flor de la uva , muy difícil de cosechar (solo se puede durante una o dos semanas del mes de junio ). La recolección de esta delicada flor es manual y debe llevarse a cabo a través de un proceso muy minucioso. Según indica el propio Robicquet, para alcanzar este objetivo realizan un proceso similar al de la alta costura , en el que se trata la ginebra con el arte y detalle de un perfumista más que el de un profesional de los destilados. Es esta minuciosidad en el proceso la que le otorga una personalidad muy definida, que es lo que más valoran sus incondicionales.
El proceso de destilación es el siguiente. Cuando destilan la uva, se obtiene un alcohol neutro, insípido e inoloro , que pasa a ser un lienzo en blanco para los ‘ alquimistas ’ de la marca. Aquí es donde se ensambla y se le da sabor y olor al producto, infusionando elementos como jengibre , canela , cáscaras de naranja y otros derivados cítricos al más puro estilo, como hemos mencionado antes, de los más delicados perfumistas .
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Lanzada en 2006, el proceso de destilación de la ginebra G’Vine fue externalizado durante sus primeros años de vida hasta que, en 2010, decidieron levantar unas instalaciones en Adeona donde poder hacerse cargo de todo el proceso productivo. Situada en el conocido como ‘ Spitir valley ’, en esta área privilegiada de la región de Cognac, con unas características únicas para el cultivo de la uva , se produce cerca del 50% de los alcoholes premium del mundo.
El proceso de destilación
Un día típico en el proceso de creación de la ginebra G’Vine: los empleados rellenan los alambiques con alcohol neutro destilado de uvas de 95°. Después, se procede a macerar el enebro , al que se añaden otros elementos botánicos y, finalmente, la flor de uva, que se trabaja en un alambique florentino, que viene del mundo de los perfumistas. El uso de la flor de la uva es muy limitado para evitar que tenga un papel excesivamente protagonista en el resultado final. Para lograrlo, su presencia se limita a menos del 5% del total del producto . Finalmente, se procede a mezclar todos los elementos a la vez, logrando de este modo un sabor y un producto redondo . A pesar de que se trata de una fórmula contrastada, siempre se hacen pruebas en un pequeño alambique de 25 litros para asegurarse que todo está en orden. Una vez confirmado, se pasa a la producción en alambiques de mucha mayor capacidad, alcanzando los 2.500 litros.
Rodeada de viñedos, la sede de la Maison Villevert atesora innumerables tesoros relacionados con la historia de la ginebra, llegando a poseer una copia de la receta original de la ginebra elaborada en el siglo XV . La biblioteca de la maison es una verdadera obra de arte en sí misma que puede ser admirada por aquellos que se acerquen a visitarla.
