Cómo educar «usando» la incertidumbre ante la pandemia como recurso y oportunidad

José Víctor Orón es director de la Fundación UpToYou, una entidad enfocada en promover un nuevo modelo para la renovación de la educación y el crecimiento de personas y organizaciones a través de las emociones

J. V. O.

Los trastornos causados por la pandemia se están viviendo con angustia y presión a nivel escolar . La incertidumbre es la palabra reina estos días y parece que la aproximación común está siendo cómo dar clases «a pesar de» los trastornos relacionados con la pandemia. Pero ¿podríamos encontrar en esos trastornos un aliado educativo de tal forma que pudiéramos «usarlos» precisamente como un recurso y oportunidad educativa?

Por un lado, la pandemia nos está haciendo un favor: nos está ayudando a ser conscientes de la incertidumbre que de ordinario vivimos . Que ahora seamos más consciente de la incertidumbre no quiere decir que la incertidumbre aparezca ahora. Cada vez que vemos un año pasado descubrimos que no fue como pensábamos. Dábamos por seguro cosas que no lo estaban y las fuimos viviendo como pudimos. Ahora, al menos, no caemos en ese engaño.

Por otro lado, la incertidumbre es el pan de cada día para los niños. Nos cuesta ponernos en su lugar, pero ellos tienen que ejercer la confianza en el adulto constantemente . Cuando los niños ven a los adultos con miedo ante la incertidumbre, les estamos transmitiendo que ellos deberían tener miedo ante sus incertidumbres. Y, en tal caso, ¿Cómo se está valorando la confianza? ¿Confiar es un mal menor? ¿se confía porque uno no se puede asegurar su vida? Pero y si lo más propio del ser humano es vivir en la confianza mutua para poder encontrarnos. ¿No es el abrazo que ahora no se puede dar un gesto de confianza?

Mas aún, si se estudia lo que es el proceso de crecimiento de la persona se descubre que la incertidumbre es algo necesario ya que es el atrio de un nuevo aprendizaje. Hay palabras que hoy en día tienen mala prensa: incertidumbre, crisis, error, frustración . Cuando en verdad todas ellas son necesarias para iniciar todo aprendizaje y crecimiento en cualquier sector y ámbito de la vida, también en el académico. ¿Qué tipo de educación estamos dando cuando lo necesario para aprender está siendo vivido como indeseable y algo a evitar o sortear? Conocer algo nuevo, no es una simple suma sobre lo ya conocido, sino una reestructuración de lo conocido y eso implica darse cuenta que los criterios que se tenían son insuficientes para explicar la nueva realidad (crisis) que la realidad nos sorprende y no encontramos lo que esperamos (detectamos el error) y no se consigue inicialmente lo buscado (frustración) y no podemos dar por cierto y seguro lo que creíamos que era tal (incertidumbre).

Tenemos la oportunidad de que los niños y jóvenes aprendan a «usar» tal incerteza como la oportunidad para plantearnos: ¿qué futuro podemos construir juntos para poder vivir mejor unos con otros? ¿Cómo podemos humanizar este mundo?

La incerteza que genera no poder determinar el futuro es vista con un reto atractivo si se vive la certeza de que ocurra lo que ocurra estaremos juntos. Tenemos una oportunidad estupenda para poder vivir todos esta experiencia y menuda lección de vida estarían recibiendo nuestros hijos y alumnos.

Hay una tentación que quisiera denunciar y consiste en pensar: «solventemos ahora las urgencias y luego veremos lo importante» . Haciendo eso se acaba viviendo toda la vida apagando fuegos sin nunca atender lo importante y eso duele cuando se descubre al final de la vida. Ahora es el momento de que los niños y jóvenes descubran que podemos «usar» la incertidumbre relacionada con la pandemia para hacer un mundo mejor. Así ellos aprenderán a «usar» todas sus incertidumbres para su propio crecimiento. Sin decirlo estaremos enseñando a los niños a vivir con miedo o con ilusión la incertidumbre .

Y no lo olvidemos. La vida está llena de incertidumbres: un nuevo trabajo, un cambio de ciudad, casarse, un nuevo hijo, …. Y como no la presente situación. Lo que aprendan ahora de su interacción con nosotros es lo que luego ellos aplicarán en sus incertidumbres presentes y futuras. Pienso que la lección de vida que ahora toca enseñar es que: cuando se vive la certeza de la calidad de la relación interpersonal en la incertidumbre (no certeza) de lo que va a pasar en el mundo, la persona se lanza creativamente a transformar la realidad para hacer de este mundo un lugar de encuentro.

Otro modo de pensar y educar es posible . Nosotros trabajamos para ello.

José Víctor Orón es director de la Fundación UpToYou

(www.uptoyueducacion.com)

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