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¿Dolor de cabeza, mucha energía...? Puede que tu hijo tenga un problema de visión

La correcta prevención y un buen calendario de revisiones son claves para el cuidado de la vista

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Las gafas son un complemento muy habitual entre los adultos. Tampoco son extrañas entre niños aunque, en algunos casos, pueden ser causa de conflicto ya que muchos no las quieren. Sin embargo, estudios recientes apuntan que el 50% de los niños no utilizan gafas porque son sus padres los que desconocen que tienen problemas de visión.

Desde la Asociación Visión y Vida señalan que un problema de vista es determinante en uno de cada tres casos de fracaso escolar. Datos de los informes Pisa (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) de 2010 y 2014 apuntaban que la media de fracaso escolar en España era superior a la media europea. De todos estos alumnos, cerca de un 30% tienen un problema de visión según el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas.

Una mala visión, estrés y fracaso escolar

Por si fuera poco, una mala visión también provoca estrés entre los niños. «Cuando ciertas habilidades visuales no se han desarrollado por defectos de refracción no compensados— es decir, defectos al filtrar la luz a través del ojo— evitan la lectura y otras tareas de visión de cerca tanto como sea posible; tratan de hacer los deberes de todos modos, pero con un bajo nivel de comprensión o de eficiencia, o experimentan malestar, fatiga y poca capacidad de atención», explica esta entidad. Es más, a muchos de estos niños se les diagnostica TDAHcuando no lo sufren debido al parecido entre sus síntomas y los de un problema de visión.

Gafas o lentillas

Los trastornos de visión más comunes son: la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y el ojo vago. En muchos casos, estos trastornos están ligados con la exposición a televisión o videojuegos. «Ver la televisión y pasar mucho tiempo jugando provoca estrés y cansancio en los ojos, lo que a la larga puede causar diferentes problemas de visión», recuerdan desde Visión y Vida.

Cuando una de estas dolencias aparece, padres e hijos buscan la solución en el uso de gafas y lentillas. Actualmente, las gafas son un complemento muy común entre niños y mayores, cosa que antes no ocurría por lo que existía cierto recelo a su uso por cuestiones estéticas. Ahora el debate se traslada al uso de lentillas en los niños.

«Pueden causar los mismos problemas que en un adulto. Las lentillas no dañan el ojo de un niño»

El mito de que los niños no deben usar lentillas es falso. Sandra Fernández, óptica y experta en visión, apunta que «las lentillas se pueden poner en niños desde que estos son bebés. Es verdad que los padres tienen que ser muy estrictos con las cuestiones relacionadas con la higiene y cumplir con todas las revisiones. Además inculcar los cuidados que un niño debe tener con sus lentillas, es su responsabilidad», apunta esta experta.

El principal motivo para recurrir a las lentillas es la comodidad, sobre todo en aquellos niños que practican deporte. En otros casos, el motivo es que ayudan a frenar el desarrollo de la miopía y, en otros, se utilizan para dormir para moldear la córnea. «Todo depende del caso y las necesidades de cada niño», explica Fernández.

Las revisiones, fundamentales

Fernández recuerda que las revisiones deben ser obligatorias. No solo cuando se conoce que existe un problema, sino también de forma rutinaria. Una vez al año las familias deben acudir a revisar la vista de los más pequeños.

«Hay cosas que pasan desapercibidas, no existe concienciación en las familias y falta, por ejemplo, formación de los profesores para saber detectar estos problemas. Cosas básicas que harían que los problemas entre niños y jóvenes fueran menores y con menos consecuencias», concluye Fernández.

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