La alimentación infantil se sube al carro de lo ecológico

Lo ecológico ha entrado con fuerza en el sector de la alimentación infantil. La búsqueda incansable de la autenticidad en los sabores y texturas de la comida está impulsando un sector que se solidariza con los agricultores y ganaderos españoles, potenciando así el desarrollo rural y el bienestar animal.

Dicen que somos lo que comemos, por ello, que mejor manera de empezar desde edades tempranas a transmitir el gusto por lo saludable y ofrecer a los hijos alimentos lo más naturales posibles, que no hacen más que ofrecer grandes beneficios para la salud.

Beneficios de los purés infantiles ecológicos

Los alimentos envasados y preparados a modo de puré son una de las grandes apuestas de este sector, que atienden a un proceso de elaboración que no sólo excluye el uso de productos químicos como plaguicidas o fertilizantes, comprometiéndose con el medio ambiente y permitiendo obtener un producto lo más auténtico posible, además al emplear ingredientes naturales, se asegura la pureza en los sabores, permitiendo que los pequeños puedan disfrutar al máximo de este momento del día con un producto artesanal, haciendo que la hora de la comida sea lo más placentera posible.

Por otra parte, la frescura de estos productos es otro de los aspectos a destacar, siendo igual de perecederos que los tradicionales con un tiempo de vida útil similar, debido al tratamiento térmico al que se someten los ingredientes, el autoclavado, que consigue generar vacío en los recipientes permitiendo así la conservación de los mismos.

Los purés infantiles ecológicos apuestan por los productos de temporada, asegurando que las frutas y las verduras empleadas están en su punto justo de maduración y de consumo, encontrando por ejemplo en la temporada otoño-invierno propuestas que incorporan brócoli, coliflor, coles, rábanos, puerros, lechuga o zanahoria. También hay que recordar que los envases de cristal, son los que más respetan el medio ambiente y los que menos contaminan al ser un material fácilmente reciclable, además de permitir una conservación óptima de los alimentos y ser práctico y saludable a la hora de calentar. En empresas como Smileat también han querido potenciar el valor «eco» apostando por el reparto a domicilo en bicicleta, con una movilidad sostenible y mayor eficiencia en el transporte.

Hay que tener en cuenta que el nivel de elaboración y de presentación de un alimento de producción ecológica es directamente proporcional a su precio final, por ello, aunque el coste de estos productos sea un poco más elevado, recordemos que se trata de un proceso que se mima desde el principio hasta el momento último de consumo.