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El bebé menor de seis meses que solo toma pecho no necesita beber agua

Una de las grandes batallas que tienen que lidiar las madres que dan pecho en exclusiva es explicar a su entorno por qué si toma pecho a demanda, el bebé no necesita agua

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Una de las grandes dudas que suelen tener las madres primerizas cuando dan el pecho y empiezan los calores de rigor es si deben o no deben darle agua a su bebé lactante. Hablamos siempre de bebés que toman única y exclusivamente pecho, es decir, que son menores de seis meses.

La lactancia, a pesar de ser el método de alimentación de los humanos desde hace 400.000 años es hoy en día una gran desconocida no sólo para las madres sino también para muchos profesionales de manera que lo único que se consigue es que muchas veces fracase. Algo que deberíamos impedir por todos los medios proporcionando información veraz y contrastada. El hecho de que a partir de los años 70 las madres comenzasen a dar biberón en lugar de pecho y esto se haya mantenido así en su mayoría hasta hace poco más de una década, ha contribuido de manera notable en que muchas mujeres se enfrentan a la maternidad y a su primera lactancia sin saber muy bien de qué va.

Algo que repercute, lógicamente, en que se establezca mal o no se logre nunca.

Con esta ola de calor no son pocas las mamás primerizas o no tanto, que son cuestionadas por abuelas, suegras, cuñadas, madres…con la pregunta: ¿Y ese bebé no necesitará agua? ¡Se va a deshidratar! ¡Dale agua! Y la madre, muchas veces temerosa y no sabiendo muy bien a qué atenerse, duda y le da agua al bebé lactante. En ABC hemos querido despejar esa duda con Carmela Kika Baeza, médico de familia, madre de familia numerosa con muchos años de lactancia a sus espaldas y directora del centro Raíces, referente para acudir cuando hay problemas o dudas acerca de dar el pecho. La respuesta de Baeza es clara y contundente: “No. El bebé lactante menor de 6 meses que se alimenta única y exclusivamente de leche materna no necesita agua ya que la lactancia materna está diseñada para procurar al bebé no sólo nutrición y defensas, sino también una hidratación adecuada. Durante los primeros seis meses de vida, un bebé que está recibiendo lactancia materna exclusiva y a demanda, no necesita tomar agua”.

Muchas personas todavía desconocen el mecanismo preciso y perfecto de la lactancia: “La leche que sale del pecho al principio de la toma es leche muy diluida, prácticamente agua. Si una madre lactante se aprieta la areola antes de la toma, puede comprobar que las gotas que salen son casi trasparentes. Sin embargo, si repite esta misma operación cuando el bebé ha terminado de hacer una buena toma, verá que la leche que sale es mucho más blanca, más densa. ¿Por qué es así? Precisamente porque el cuerpo de la mujer sabe que el bebé necesita beber y comer. Por ello, primero sale la leche muy aguada, para saciar la sed, y después sale la leche más densa, para colmar el hambre”.

Siempre a demanda, especialmente con calor

La doctora Baeza recuerda que “un bebé en verano probablemente hará más tomas de lo que es habitual en él, pero más breves; es decir, tomará la leche diluida del principio pero, si sólo tenía sed y no hambre, soltará el pecho antes de llegar a la leche más densa”.

Aquí la clave, por tanto, es que el bebé tenga acceso al pecho, que se le ofrezca con frecuencia. El peligro es pensar “si ha tomado hace diez minutos, no le voy a volver a dar. Le voy a poner el chupete. Tenemos que fiarnos del bebé y si está inquieto, volverle a ofrecer el pecho” De ahí que sea fundamental darle el pecho a demanda, jamás puede ser con horarios tipo cada tres horas y quince minutos en cada pecho. Eso es un error garrafal que, probablemente, termine por no hacer funcionar la lactancia.

Kika Baeza reconoce que “es importante explicar esto a las personas que nos rodean (abuelas, amigas, etc) que con frecuencia se preocupan, bien porque consideran que el bebé debe tomar agua, bien porque consideran que si pide con frecuencia “es que se queda con hambre”. Ambas observaciones son incorrectas. La leche tiene todo lo que el bebé requiere, y el bebé sabe lo que necesita. Si tenemos un bebé muy tranquilo, entonces no es necesario esperar a que nos pida pecho, debemos estar atentas a ofrecerle con frecuencia”

Cuando ya toma sólidos. A partir de los seis meses

¿Qué sucede cuando el bebé comienza a comer sólidos? La doctora nos cuenta que “si el bebé ya está tomando alimentos sólidos además del pecho, la actuación es similar. La leche es válida para saciar la sed del bebé. La pauta es la misma: ofrecerle pecho con frecuencia. El único caso en que sería necesario ofrecerle agua es si la madre no está. Es decir, si el bebé está al cuidado de otra persona, que le está dando de comer, entonces si se le debe ofrece agua puesto que no está la madre para saciar su sed”.

“En verano es especialmente importante que la madre se mantenga hidratada, puesto que de ella sale el agua que toma el bebé. Siempre a mano agua fresquita o bebidas que le apetezcan como té con hielo o un buen gazpacho andaluz”, sugiere Baeza.

“En resumen, podemos afirmar que en verano una madre que ofrece el pecho a su bebé con frecuencia y que le deja mamar cada vez que lo pide va a mantener a su hijo perfectamente alimentado e hidratado, se va a asegurar una buena producción de leche (ya que cuento más toma el bebé, más produce la madre) y estará protegiendo a su bebé de las temibles gastroenteritis que a veces surgen en verano. Es ella quien debe beber mucho líquido y cuidarse”, concluye la experta.

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