Mayores solos en Navidad: Ellos no lo harían

Viudo y después divorciado, este hombre de 77 años una vez tuvo una vida plena como ingeniero agrónomo que fue. Ahora, jubilado, sin hijos ni familia cercana, y con una exigua pensión, Antonio Varo se bandea como puede en la sociedad. «Me apaño», asegura sonriente. De la iniciativa «Ningún mayor solo en Navidad» de Amade supo hace un par de años, y esta Navidad no ha dudado en repetir. «Es un programa humano y generoso que palíala soledad de gente como yo en unos días especialmente complicados», explica. «Te recogen desde bien pronto por la mañana, comes y cenas abundantemente en la residencia que te toque, duermes allí en una habitación individual el 24 y el 25 te devuelven a tu casa.

El 31 de diciembre se repite la misma operación», cuenta con un cierto brillo en los ojos. El año pasado hizo gran amistad con tres personas, a los cuales llama todos los meses para ver cómo van de salud. Para él es una pena no haberlo sabido antes, «porque es un plan magnífico».

Un año más, los centros asociados a la patronal madrileña de atención a la dependencia Amade abrirán sus puertas para que los mayores como Antonio que así lo desean puedan pasar estas fechas tan señaladas en su compañía y compartir con los residentes y los profesionales de los centros el espíritu navideño. La intención de Amade, bajo el lema «Ningún mayor solo en Navidad», es reducir el número de casos de aislamiento en este colectivo en Navidad, y promover el bienestar de los mayores, ofreciéndoles la posibilidad de vivir estas fechas con los residentes y profesionales de nuestros centros, en un entorno agradable, seguro, y adaptado a sus necesidades», explica el presidente de la Asociación, Javier Gómez.

Desde estas instituciones se insiste en que la llegada de estas fechas parece que nos sensibiliza con situaciones de personas a las que el paso del tiempo ha marcado su vida. «Mayores que cada día ven pasar su vida sin que nadie les mire, sin que nadie les regale una sonrisa, sin tener una mano que les ayude, les de confianza y les muestre cariño. Pero desde aquí queremos hacer un llamamiento para que la sociedad despierte antela situación constante y diaria de vulnerabiliadd de muchos mayores», añade Pilar Ramos, directora general de Amade.

Los pilares

«Debemos reaprender y reconocer la figura de nuestros mayores, quienes han sido los pilares de nuestra actual sociedad, trabajando y sacrificando mucha vida por crear un modelo social. Aprendamos de nuevo a mirar a nuestro alrededor, conversemos con las personas de nuestro entorno, toquemos al timbre de nuestro vecino y disfrutemos de la conversación sabia de muchos mayores que conocemos y disfrutan contando su vida, su experiencia o sus recuerdos. No solo la Navidad es tiempo de encuentro, pero si puede ser tiempo de empezar», concluye Ramos.