Moisés y Ulises inauguran la segunda jornada de la Semana de la Moda madrileña

Moisés Nieto y Ulises Mérida inauguran la segunda jornada de la pasarela madrileña con un desfile compartido que abrió el diseñador malagueño Moisés Nieto y que nos transportó a los años 60, al estilo bohochic (mezcla de bohemio y hippy) que desde hace dos años impregna todo en el mundo de la moda, con minifaldas, culottes, faldas midi, vestidos camisetas y muchos lazos. A lo Brigitte Bardot en plena revolución de la forma de vestir. Revolución que en España llegó de la mano de las «suecas», que lucían bikinis y minifaldas, algo que en nuestras costas no se veía, salvo en el cine, con Alfredo Landa a la cabeza del «homo hispánicus». Sin embargo, para Moisés fueron tiempos de tolerancia, de libertad y de diversión.

Si en su colección anterior, «Summer», utilizó telas brillantes como lúrex y lamé, todo para una buena sala disco de los años 70, en este revival opta por el punto de neopreno (dando un aspecto a la prenda como de rejilla, pero con mucho volumen), otomán, seda y algodón, con una paleta de colores intensa. Los pendientes y apliques en las prendas los ha hecho Comme Des Machines impresos en 3D.

Compartiendo pasarela con Moisés estuvo Ulises Mérida. Sobre una silueta lineal, vertical y sinuosa, el madrileño juega con cortes y superposiciones con una complejidad que solo un diseñador tan técnicamente perfecto como él puede hacer.

Debuta con un nuevos tejidos: ante, combinado con linos, algodones y sedas, y punto. Abandona, como todos, los pantalones pitillos para optar por un estilo más bodyfriends.

Influencia japonesa

La colección «Haiku» que presenta Ulises tiene influencia muy japonesa. Según nos comenta en backstage «creo que esa influencia la tengo desde que viajé a Japón cuando trabajaba para Jesús del Pozo y me di cuenta de que el bicho raro era yo». Desde entonces los obis (grandes cinturones dobles y triples japoneses) están presentes en sus prendas. Sobre el patronaje y cortes utilizados, nos confiesa: «He hecho en esta colección lo que más me gusta, el patronaje sobre maniquí». Al más puro estilo Balenciaga. Vestidos con estilo cup up (cortes). Para Ulises, «es una belleza imperfecta».

La paleta de colores van desde los grises al «morado Ulises», como ya lo definen, con unas piezas en naranja para romper la linealidad.