Olivia de Borbón: «Antes del embarazo era adicta al chocolate negro, ahora no lo puedo ni ver»

Al hotel Iberostar Las Letras Gran Vía acudieron la semana pasada numerosos rostros conocidos del mundo de la vela para presentar la próxima edición de la Copa del Rey Mapfre, que tendrá lugar del 30 de julio al 6 de agosto en Mallorca. Entre todas las personas que acudieron se encontraba Olivia de Borbón, que este año es la madrina de este evento deportivo.

Desde que el pasado mes de abril anunciase en la revista «¡Hola!» junto a su marido, Julián Porras, que esperan su primer hijo, Olivia comentó a un grupo de periodistas que, aunque «los primeros meses de embarazo han sido difíciles por las molestias típicas del principio», a día de hoy continúa viviendo como si estuviera de luna de miel

. La socialite, que contrajo matrimonio en octubre de 2014 en Marbella, también comentó que echa de menos Madrid, pero que en el municipio malagueño es muy feliz. «Echo de menos amigos, pero vienen a verme mucho. Estoy encantada en Marbella, estoy muy contenta, es una ciudad que en invierno se puede hacer difícil porque es pequeña y en no está todo el mundo que conoces», contó. Y añadió: «Pero he ganado tal calidad de vida y especialmente ahora que va a haber un bebé que creo que ha sido la decisión acertada».

Respecto al sexo del bebé, Olivia comentó que todavía no lo saben y que no tiene ninguna preferencia, solo espera «que venga bien». «La última ecografía de tres meses es muy poquito, se movía mucho», aseguró. Sí que quieren saber el sexo para poder pensar con tranquilidad el nombre de su primer hijo y, lo que también tiene claro es que el niño será marbellí. «No queremos nombres muy repetidos. En familias es difícil no repetir de alguna forma, pero no nos gustaría hacer de menos a nadie, por eso queremos un nombre fuera de la familia». Aún así, la abuela de Julián ya le «ha hecho una chaquetita monísima en color blanco».

Lo que a Olivia sí le da un poco de rabia de estos meses de embarazo, es que le ha cogido «mucha rabia al dulce». Ella, que siempre ha sido una «adicta» al chocolate negro comentó que ya no puede «ni probarlo». Una «rabia dulce» que tendrá que aprender a soportar, sobre todo porque no se va a plantar con el bebé que está en camino: «Siempre he querido tener muchos. Tres me gusta, me gustaría mucho».

Entre los asistentes a la fiesta, en un completo segundo plano, se encontraba Julián Porras, el marido de Olivia que, tal y como aseguró ella, también está «muy emocionado» y está muy pendiente de ella. «Siempre es muy atento, pero ahora se desvive por hacerme feliz. Tampoco soy muy caprichosa, pero se pasa el día haciéndome reir. Eso es muy importante», sentenció.