María José Cantudo: «Mis tres amores me fueron infieles»

La actriz y vedette española se reúne con la peña Cuarto Poder y hace un repaso sobre todos los hombres que han pasado por su vida

Madrid Actualizado: Guardar
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La actriz María José Cantudo se reunió ayer con la peña Cuarto Poder en una de sus comidas en casa Lucio para hablar sin pelos en la lengua de su situación actual y de algunos capítulos del pasado. Enfrascada desde hace cuatro años en las obras del piso que se ha comprado en pleno centro de Madrid, en la calle Mayor, María José es de las que ha sabido adaptarse a estar fuera de los focos dado que su auténtica pasión siempre fueron las antigüedades y reformar casas y lo que era una pasión es hoy también una forma de vivir gracias al buen tino que siempre ha mostrado a la hora de invertir y vender. Tiene su casa de la calle Serrano en venta y mantiene su casa de Navacerrada que es casi un museo como confiesa orgullosa.

Desconsolada por la muerte de su perra Carlota va a hacer ahora un año la actriz asegura que no tiene ninguna prisa por enamorarse ya que es una mujer que sabe vivir sola perfectamente como ha hecho casi toda su vida. «Siempre he tenido muy buena relación con la prensa y por eso es lo único que puedo echar de menos», asegura. Aunque su idea es volver con un alta comedia «cuando las circunstancias lo permitan» la soledad no es un problema. « Me encuentro tan a gusto conmigo misma que no necesito a ningún hombre en mi vida. Mi único deseo fue tener una pareja como fue mi padre con mi madre. Nunca he encontrado a ninguno como él. Mis parejas nunca me han hecho sentir cómo yo veía a mis padres. A mí no me han apoyado ni protegido de esa manera, no echo la culpa a mis novios ya que seguramente seré yo que no he sabido elegir», añade.

María José hace un ejercicio de sinceridad cuando afirma que «todas mis parejas me han puesto los cuernos pero yo nunca les fui infiel. Jamás podría acostarme con alguien que no quiera, ni siquiera por venganza a mis novios cuando me engañaban. He tenido tres grandes amores confesados –Manolo Otero, Pedro Ruiz y Enrique Cornejo- aunque ahora reconozco que hubo un cuarto cuyo nombre no daré. También quiero dejar claro que jamás he tenido un romance con un hombre casado. Soy de una generación en la que no se contaban estas cosas tan íntimas y por eso alucino hoy cuando escucho a personas hablando de los hombres con los que se van a la cama», cuenta.

Su ruptura con Pedro Ruiz la justifica diciendo «había algo que se interponía entre nosotros» pero sí matiza que con todos sus hombres «claro que he tenido cama. Piensa que yo en esos años era una actriz muy deseada». A la hora de decir cuál fue el hombre que más la quiso matiza que fue precisamente el anónimo. «Pero el problema fue que hubo personas que no querían que esa relación continuara». Enigmática y cerrada en banda a dar su identidad lo que sí aclara es que no se trató del marqués de Griñón con quien «no tuve jamás ningún romance» y es que Falcó en esos años usaba el mismo coche y chófer que Pedro Ruiz y por eso los bombones que le mandaba al teatro muchos creyeron que eran regalo del aristócrata cuando su remitente era el propio Pedro Ruiz. «En ese momento me utilizaron porque Isabel Preysler salía con Boyer y a mí me adjudicaron una relación con Griñón quien jamás me tocó un pelo», cuenta. Otro desmentido es el supuesto «affaire» con el difunto duque de Cádiz a quien «únicamente me dio una vez la mano».

«Mis tres grandes amores me han sido infieles y aún hoy no lo entiendo. Con lo mona que yo era y todo lo que trabajaba. No creo que me lo mereciera. El Primero (Otero) fue con una compañera de trabajo a la que pillé en la habitación de mi marido. El segundo (Ruiz) me enteré cuando una señora a la que tengo aprecio y respeto lo contó en un programa de televisión cuando ya no estaba con él. Y el tercero (Cornejo) con varias incluso con una bizca», dice. Otro rumor que quiso aclarar fue que años atrás tuvo una historia sentimental con el millonario empresario mexicano Ramiro Garza que niega tajante. «Todo eso es mentira. Totalmente. Garza me ha respetado siempre y a estas alturas de la vida no tengo porqué mentir. Sí me dijo que si me casaba con él tendría todo lo que quisiera pero nunca tuvimos nada personal», insiste. «Quien diga que me compró mi casa de Serrano miente. Ya la tenía cuando la conocí y la estuve pagando a plazos», asegura. Con las manos marcadas por sus trabajos manuales restaurando muebles la actriz cuenta que nunca se ha hecho ningún arreglo estético y que a sus 58 años se encuentra en plena forma y para el olvido quedan los meses que pasó con depresión. «Hubo una campaña orquestada contra mí por parte de varias personas. Una modista, un coreógrafo, una periodista, una bailarina…», asegura.

«He comprado muchas obras de arte por inversión y de ahí que si lo necesito de vez en cuando vendo en subastas y tengo para una temporada. No soy mujer de gastar y tengo los armarios llenos de cosas de hace tiempo por lo que no necesito chaneles ni caprichos. Soy una trabajadora que me paso el día entero lijando paredes y no de cruceros por el mundo», aclara. Aunque su hijo ya es independiente y trabaja como abogado y asesor en campañas electorales no le hace especial ilusión convertirse en abuela. «Yo fui madre demasiado joven y pasé de ser niña a tener que trabajar para alimentar a mi bebé ya que en ese tiempo a mi marido no le iba bien. Cuando triunfó con la canción «Todo el tiempo del mundo decidí romper porque ya tenía su forma de sobrevivir», recuerda. «Mis dos grandes luchas en esta vida han sido por mi hijo al que di una formación y educación muy completa y mi perrita Carlota que ha sido como una hija para mí y por eso la lloro todos los días», descubre.

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