Lady Gaga, una novia a la fuga: dos bodas frustradas en tres años

La actriz y cantante reconoce que se siente incapaz de llevar una vida amorosa estable

Lady Gaga y su exprometido Larry W. Smith

María Estevez

Tal y como sucedía en una comedia romántica de Garry Marshall , donde Julia Roberts (51) se dedicaba a dejar plantados a sus prometidos cuando ya casi estaba en capilla, Lady Gaga (32) se ha convertido en una suerte de «novia a la fuga» al poner pies en polvorosa precisamente cuando se encontraba a punto de convertirse en la «señora de...». Esta semana, la candidata a dos Oscar por su intervención en la película de su íntimo amigo Bradley Cooper «Ha nacido una estrella» -como mejor actriz y mejor canción original por «Shallow»- ha cancelado su segundo compromiso matrimonial en menos de tres años. Los planes eran que, una vez pasada la entrega de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Americana, Stefani Joanne Angelina Germanotta le daría el «sí, quiero» a Christian Carino (50), uno de los más reputados cazatalentos de la industria. Sin embargo, y contra todo pronóstico, Lady Gaga anunció la ruptura y puso rumbo México.

Los más observadores ya intuían que no era tanta la armonía entre la artista neoyorquina y el agente, divorciado desde 2015 de Brooke Baldwin . Fue en la alfombra de roja de los Grammy cuando Gaga apareció por primera vez sin su anillo de compromiso. Días más tarde, Amanda Silverman , su representante, confirmaba a la revista «People» que el enlace quedaba anulado porque la relación «simplemente no funcionaba». Lo más probable es que, el domingo, Gaga recorra sola la alfombra roja del Dolby Theatre de Los Ángeles.

Lady Gaga y Christian Carino empezaron a salir en febrero del 2017, pocos meses después de que ella rompiera un anterior compromiso matrimonial con el actor y modelo Taylor Kinney (37), protagonista de la teleserie «Chicago Fire». Kinney y Gaga estuvieron juntos un lustro.

Señales

Al parecer, ya la misma noche de los Globos de Oro, y con su premio en la mano, Lady Gaga advirtió a sus amigos que no se encontraba en su mejor momento sentimental y que las cosas no iban del todo bien con su pareja. Para su círculo más íntimo, aquel lamento no resultaba una novedad, pues Carino estaba mucho más entregado a la relación que la propia estrella neoyorquina. De hecho, como ella misma reconoce en el documental «Gaga: five foot two», le resulta difícil mantener una relación. «Es un desafío. Mi vida amorosa siempre está a punto de implosionar », dice en la pantalla. Sin ir más lejos, el rodaje de «Ha nacido una estrella», que coincidió con el tiempo en que estuvo comprometida con Kinney, finiquitó aquel noviazgo. «Taylor y yo estamos continuamente peleando. Mi umbral con los hombres es limitado, para vivir sola me tengo a mí misma », explicaba. Y añadía que «hice una película y perdí a Taylor. Es la tercera vez que me rompen el corazón de esta manera». En realidad, fue la propia Lady Gaga quien rompió el compromiso. Lo mismo ha sucedido con Carino.

El pasado 14 de febrero, día de San Valentín, Lady Gaga mostró por las redes sociales su nuevo tatuaje, con el que brindaba por la «vida en rosa». Ni una mención a Carino. Este fin de semana puede entrar en la historia del cine. Lo que sí es una certeza es que, tras los Oscar, abrirá una nueva etapa vital: se instalará en Las Vegas para hacer una residencia de dos años. Y mientras tanto, en el amor sigue a la fuga.

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