Iris Apfel, una supermodelo de 97 años

La millonaria neoyorquina es la auténtica «chica de oro» de la moda y acaba de ser fichada por la poderosa agencia IMG

Iris Apfel ABC

ABC

Hace años que la longevidad dejó de ser un obstáculo para prescribir estilo y vender lujo. La segunda, o tercera, juventud se ha convertido en un filón para las grandes marcas y buena prueba de ello es cuando Tom Ford , en 2012, recuperó para la pasarela a musas de antaño como Lauren Hutton (75 años) y Marisa Berenson (71) . Otro buen ejemplo es la modelo Daphne Selfe , quien, a sus 90 años sigue ejerciendo como tal. Maniquí desde los primeros años 50 y sin someterse operaciones de estética ni inyecciones de botox, Vivienne Westwood o Dolce & Gabbana no hace mucho contaron con ella.

Pero el caso más sorprendente es el de Iris Apfel , quien, a sus 97 años, es un icono de moda . Las redes sociales, en la última década, contribuyeron a cimentar el fenómeno de esta millonaria neoyorquina y ahora, tras tantos años de ejercer su influencia de manera amateur , se acaba de consagrar como modelo profesional. Y hay un documento que así lo certifica.

Apfel acaba de firmar un contrato con la poderosa agencia de modelos IMG , la misma que representa a Gigi Hadid , Ashley Graham y casi todas los tops que desfilan para Victoria's Secret.

La millonaria en su casa de Manhattan ABC

«Estoy muy emocionada, porque nunca tuve un representante adecuado », ha declarado Apfel a Women's Wear Daily. «Soy una chica de bricolaje y jamás esperé que mi vida tomara este giro , así que nunca me preparé para ello».

Apfel, quien fundó la empresa textil Old World Weavers en 1950, en compañía de su difunto marido, Carl, ya ha protagonizado campañas publicitarias para Kate Spade, MAC Cosmetics o HSN. El pasado año lanzó al mercado un libro titulado «Iris Apfel: Accidental Icon» .

Y tras una vida de trabajo y relaciones públicas, jamás se le ocurrió que, cerca de los 100 años de edad , acabaría necesitando ayuda para organizar una complicada agenda, llena de citas para posar ante las cámaras, contemplar desfiles de moda desde la primera fila o rodar anuncios. Fue su amigo Tommy Hilfiger quien le recomendó que dejara todo eso en manos de una agencia.

Con mucha ironía, Iris Apfel cuenta que «todo sucedió repentinamente. Pensé que a mi "tierna" edad ya no estaba para abrir una oficina o involucrarme directamente con todo tipo de cosas. Pensé que era una suerte de destello y que no iba a durar muchos así que lo he hecho». La venerable anciana neoyorquina añede que «de alguna manera, la gente me encontró . La gente simplemente me llama. Estoy muy emocionada y muy agradecida a Tommy».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación