El imperio que deja Kobe Bryant tras su muerte

Además de los contratos millonarios con los Lakers -el primero lo tuvo que firmar junto a sus padres por no ser todavía mayor de edad-, pronto empezó a recibir grandes sumas por patrocinios

Kobe Bryant Instagram

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La vida de mansiones, coches caros y oropeles se esfuma para los deportistas profesionales con la misma velocidad con la que llega. Un estudio de ‘Sports Illustrated’ estimó que el 60% de los jugadores de la NBA se arruinan a los seis años de colgar las botas: los ingresos millonarios desaparecen, es difícil decir adiós al tren de vida y llega la bancarrota.

No fue el caso de Kobe Bryant , una de las grandes estrellas del deporte de este siglo, que deja un imperio empresarial tras su muerte el pasado fin de semana en un accidente de helicóptero en Los Ángeles, donde vivía y donde jugó toda su carrera profesional , en los Lakers.

Al contrario que casi la totalidad de los jugadores de la NBA, Bryant no pasó por la universidad. Se saltó el baloncesto universitario para fichar por los Lakers tras acabar el instituto, pero demostró más cabeza financiera que la mayoría de los que pasaron por las aulas (en realidad, la vida de jugador universitario tiene poco de académica). Bryant tenía además la ventaja de provenir de una familia con experiencia en el deporte profesional -su padre y un tío materno jugaron en la NBA- y con un paso por el extranjero (vivió en Italia, donde jugó su padre durante años).

Además de los contratos millonarios con los Lakers -el primero lo tuvo que firmar junto a sus padres por no ser todavía mayor de edad-, pronto empezó a recibir grandes sumas por patrocinios. En 2003, cerró un contrato con Nike de 40 millones de dólares por cinco años. Era la época en la que la marca estadounidense buscaba ocupar el hueco que dejaba Michael Jordan con los mejores talentos del momento: el jovencísimo Lebron James , sobre todo, o Carmelo Anthony también fueron elegidos para propulsar a Nike en la época post-Jordan. En el curso de su carrera, Bryant ha tenido patrocinios jugosos con marcas como McDonald’s, Nintendo, Sprite o Turkish Airlines, en cuyas campañas forjó una amistad con Leo Messi .

Pero la fortuna de Bryant va mucho más allá de la de fichas y patrocinios, lo convencional en una estrella. Sobre todo, en la recta final de su carrera, cuando ya se veía que el baloncesto no duraría para siempre. En 2014, por ejemplo, adquirió un 10% de Body Armor, una marca de bebidas energéticas. En 2018, Coca Cola compró parte de la compañía, en una operación que valoró la participación de Bryant en 200 millones de dólares.

Un año antes de esa operación, en 2013, Bryant se alió con el inversor Jeff Stibel para fundar la firma de capital riesgo Bryant Stibel, con la que han invertido en decenas de compañías tecnológicas, de medios y de datos. La firma ha tenido participaciones en grandes compañías como Dell y Alibaba y mantiene inversiones en, por ejemplo, el creador del videojuego Fortnite o la empresas de pagos digitales Klarna. Bryant Stibel tiene en la actualidad activos por valor de 2.000 millones de dólares.

Un comunicado de la compañía tras la tragedia definió a Bryant como un «un visionario creativo que pronto se convirtió en un emprendedor e inversor de éxito ».

En los últimos años, Bryant encontró otra veta empresarial y creativa: la de productor audiovisual. Fundó Granity Studios en 2016, una productora con la que creó el corto de animación ‘Dear Basketball’ (‘Querido baloncesto’), que se llevó el ‘Oscar’ en aquella categoría en 2018.

La nominación a la estatuilla, sin embargo, devolvió la mirada al capítulo más oscuro de su vida: la acusación de violación a una joven de 19 años en un hotel de Colorado en 2003. El caso fue desestimado después de que la víctima decidiera no comparecer como testigo y se cerró con un acuerdo extrajudicial en el que Bryant pedía disculpas por un encuentro sexual que él creyó consensuado pero que ella «no lo vio de la misma manera».

En medio del movimiento ‘MeToo’, hubo muchas peticiones para que retirara la nominación a ‘Bryant’, lo que finalmente no se produjo. En su día, la acusación provocó que algunos de sus patrocinadores , como McDonald’s, cancelaran sus contratos, pero otros, como Nike, le apoyaron.

Granity Studios no acabó con el ‘Oscar’. También ha publicado un libro para jóvenes adultos, ‘Legacy and the Queen’, un híbrido de fantasía y deporte; ha sacado una biografía del propio Bryant; y ha producido un podcast para adolescentes y la serie deportiva de la ESPN ‘Detail’.

En activo, fue uno de los grandes promotores de la expansión de la NBA hacia China, en una apuesta que ha convertido al gigante asiático en uno de los mayores mercados para este deporte. Ya fuera de las pistas siguió con esa labor de promoción, sobre todo del baloncesto femenino. Creó una liga femenina y una academia deportiva, hacia donde se dirigía con su hija Gianna -también fallecida- la mañana del accidente. « Kobe era una leyenda en la pista y apenas estaba empezando un segundo capítulo que hubiera sido igual de significativo», reaccionó en su muerte el ex presidente -y fanático del baloncesto- Barack Obama .

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