Elena Tablada, devastada por la muerte de su abuela
Fue el pasado viernes cuando Elena Moure ingresaba en el Hospital Universitario HM Sanchinarro (Madrid) con coronavirus
Elena Tablada está desconsolada. Su abuela Elena Moure -con la que compartía nombre, al igual que con su madre- ha fallecido este martes de madrugada a los 93 años de edad en el Hospital Universitario HM Sanchinarro (Madrid) como consecuencia del coronavirus, según ha adelantado «Diez Minutos». Fue el pasado viernes cuando ingresó en el centro al empezar a agravarse los síntomas propios del virus.
Pese a la buena salud de la que gozaba, la cubana no pudo superar el coronavirus. Sus restos mortales serán depositados este miércoles en el panteón familiar que tienen en el cementerio de la Almudena en la más estricta intimidad. Tan solo acudirán los más allegados.
Elena Tablada y su abuela estaban muy unidas. Tanto que se dio el «sí, quiero» con Javier Ungría en la misma iglesia, la de San Juan Letrán en La Habana, en la que Elena Moure se desposó con Jorge Tablada hace más de siete décadas. «Le pedí que lo hicieran en otro lado, pero ella se empeñó y además eligió San Juan de Letrán, donde su abuelo y yo nos casamos hace 71 años. Imagínate lo que yo sentí cuando entré en aquella iglesia donde a los 19 años me convertí en la esposa del hombre que me hizo tan feliz y que tanto me quería», explicaba Moure entonces.
Elena Moure y Jorge Tablada , un reputado cirujano plástico que falleció en 2005, vinieron a España desde Cuba en 1970, huyendo de las miserias del régimen castrista. Lo dejaron todo, también a su hija Elena que, tras terminar el año de Medicina y divorciarse de su primer marido, trató de llegar a Miami sin éxito. Pasó 33 días en la cárcel. Tres años después conseguía por fin reencontrarse con el resto de su familia. En España gozaron de gran reputación. Consiguieron hacerse un hueco en las fiestas de la alta sociedad tanto en España como en Miami. Para Elena Tablada, sus abuelos lo eran todo y más después de que su madre se divorciase en 1990 de su padre, Federico Montes , con el que no mantiene una buena relación.
Hace unos meses, la expareja de David Bisbal publicaba una imagen de su abuela junto a su hija y escribía: «Ojalála vida me regale más momentos como estos. Dos generaciones con 92 años de diferencia, y aún así su conexión es mágica. ¿Se conocerían de antes? Me llenan cada esquina de mi corazón con momentos que perdurarán por siempre en mi memoria».
