Así es el apartamento que Cristiano Ronaldo ha comprado en Lisboa por 7,2 millones de euros
Es el inmueble más caro de la ciudad. En plena burbuja inmobiliaria en Portugal, se desvela ahora que el jugador cerró la operación el pasado verano
Cristiano Ronaldo es el protagonista de una operación inmobiliaria récord no solo en Lisboa sino en todo Portugal, pues ha adquirido el piso más caro vendido nunca en el país vecino por 7,2 millones de euros . La vivienda se ubica en el número 203 de la Rua Castilho , una de las calles más caras al otro lado de la frontera, justo al lado del Parque Eduardo VII, de la plaza de Marqués de Pombal y de la Avenida da Liberdade. De hecho, está en un bloque que sigue a los hoteles Intercontinental y Ritz.
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Con un área de 288 metros cuadrados, une los pisos 13 y 14 del exclusivo inmueble y cuenta con una espectacular piscina panorámica de 260 metros cuadrados, según la revista lusa «TV7 Dias». Desde allí, se vislumbra todo Lisboa, e incluso el horizonte abarca hasta la margen sur. El piso de lujo se divide en tres suites, una sala de estar, un comedor, la cocina, un cuarto para lavandería, piscina interior, spa, jacuzzi, gimnasio, sala de cine, aparcamiento privado, servicio de seguridad y domótica de última generación.
La operación se cerró el pasado verano, pero la identidad del comprador se había mantenido en secreto después de una dura pugna con otros dos millonarios. La transacción lleva la firma de Vanguard Properties, empresa gestionada por Claude Berda, una de las mayores fortunas de Francia y consolidado en Portugal como el nuevo dueño del paraíso eco-chic de Comporta, en colaboración con la millonaria local Paula Amorim, la mujer más rica de la patria del fado.
Se da la circunstancia de que la flamante propiedad del cinco veces ganador del Balón de Oro se encuentra en el eje del fastuoso ático que él mismo adquirió en el número 238 de la Avenida da Liberdade hace casi cinco años. Entonces quiso hacerse a sí mismo un regalo para conmemorar por todo lo alto que cumplía 30 años.
Curiosamente, solo unas calles más allá de la principal arteria de Lisboa se alza una zona salpicada por las pensiones y los establecimientos de corte modesto… y en uno de ellos se alojó cuando cambió sus inicios en la isla de Madeira por una aventura lisboeta que le llegó a deparar momentos de estrechez económica. Así, compartía piso en un humilde hostal de la Avenida Duque de Loulé con un compañero del Sporting, el mismo con el que se acercaba a una conocida hamburguesería de la plaza de Rossio para ver si el gerente se apiadaba de ellos y les daba la carne sobrante, según contó el propio CR7 a una cadena de televisión británica .
El nuevo negocio de Ronaldo retrata que las ventas de lujo continúan imparables en el país vecino, con una expansión espectacular en los dos últimos años y sus zonas de cobertura en clara progresión hacia el norte, aunque Lisboa y Cascais (el municipio con mayor renta per cápita) se llevan la palma.
Portugal está de moda y la burbuja inmobiliaria no se detiene, con la vertiente más rutilante en primer plano. Nada extraño, por tanto, que los precios hayan subido un 35 por ciento en los últimos cinco años y los de la franja «premium» se estén incrementando un 22. Pero ninguna de estas circunstancias ha frenado a Ronaldo para darse un capricho en la ciudad que lo vio despuntar, pues sus actuaciones como delantero del Sporting llamaron la atención de sir Alex Ferguson y le llevaron a ficharlo para el Manchester United, antes de dar el salto al Real Madrid y después a la Juventus.
