Don Juan Carlos añade Mugaritz a su periplo por la alta cocina vasca

La alta cocina vasca cuenta, en los últimos tiempos, con un comensal de excepción. El Rey Don Juan Carlos ha convertido en habituales sus viajes gastronómicos a esta comunidad autónoma, que presenta probablemente la mayor concentración de talento culinario por metro cuadrado. El pasado domingo, el Rey emérito acudió a degustar el menú de uno de los templos de la culinaria guipuzcoana, el Mugaritz, situado en la localidad de Errentería y comandado por el chef Andoni Luis Aduriz.

Fue su tercera visita a uno de los tótems de los fogones vascos en los últimos siete meses, después de haber acudido el pasado 6 de diciembre, Día de la Constitución, a Arzak y en marzo de este año a Akelarre, ambos establecimientos emplazados en San Sebastián y con tres estrellas Michelin.

Fuera del País Vasco, Don Juan Carlos también se ha sentado recientemente a las mesas de El Celler de Can Roca, en Gerona, y Atrio, en Cáceres.

Si la visita a Arzak se divulgó mediante un comunicado emitido por el restaurante -«hemos recibido la visita del Rey Juan Carlos. Ha comido en la mesa de la cocina del restaurante. Todo ha salido muy bien. Se han quedado muy contentos y nosotros también»-, el paso del padre de Felipe VI por Mugaritz se dio a conocer a través de las redes sociales. Más acorde con los nuevos tiempos. En concreto, el restaurante utilizó su cuenta de Twitter para publicar un sencillo mensaje: «Hoy hemos tenido una visita muy especial en Mugaritz». Un breve texto acompañado de cuatro fotografías, en las que se puede ver a Don Juan Carlos saludando a Aduriz y posando con el equipo. «Solo tres personas sabían que venía, así que cuando entró en la cocina el resto del personal alucinó», relató el propio chef a «El Diario Vasco».

«Vino con unos amigos, degustó nuestro menú y pasó un rato largo de sobremesa», añadió el cocinero. «Hablamos de lo divino y de lo humano, pero sobre todo de gastronomía. ¡Alucinó con que no tuviéramos tres estrellas Michelin!».

Cual ave Fenix

En efecto, son dos las estrellas con las que cuenta Mugaritz, que sin embargo ocupa el sexto puesto en la prestigiosa lista de la revista «Restaurant». En 2010, y nunca mejor dicho, tuvo que resurgir de sus cenizas tras un devastador fuego, cual ave Fénix. Todos los años cierra durante cuatro meses para volcarse en su gran activo: la creatividad en la restauración.