Artesanal y lujoso, así es el restaurante donde cenaron los duques de Palma

Un tradicional y acogedor restaurante de la localidad de Castellina in Chianti, en Siena, ha saltado a la primera página de la prensa española. El pasado viernes por la noche se sentó en una de sus mesas la familia Urdangarín, amparados en el anonimato italiano. Los dueños del local, Albergaccio, sólo se enteraron de a quién habían servido la cena aquella noche después de que se marcharan y otros comensales españoles les desvelasen que se trataba de la familia de la hermana del Rey Felipe VI.

Este bello restaurante que cosecha excelentes comentarios en internet, ofrece tres menús degustación de 55 a 68 euros y uno infantil de 27 euros. Si se prefiere cenar a la carta, se proponen seis primeros variados a 18 euros y varios segundos a 26 euros cada uno.

Entre los platos estrellas del restaurante se encuentra el rissoto con manzana y foie gras, espaguetis artesanales con cordero y aroma de limón o pichón perfumado con salsa de vino Marsala e higos caramelizados. Como cierre ofrecen una tabla de quesos variado por 13 euros.

Por lo general, los que se dejan caer por allí acaban satisfechos con la experiencia gastronómica. «Parece que viajas en el tiempo 15 años atrás, la decoración, el servicio, la comida... Tomamos el menú de degustación y sigue haciendo platos de hace tiempo. Le dieron una estrella Michelín en el 2007», «Viniendo del norte de Italia en bicicleta, por pura casualidad nos detuvimos en este restaurante. Qué agradable sorpresa. Fue una degustación de cosas increíblemente buenas y bien presentadas». Estos son sólo algunos de los comentarios que se pueden leer en las páginas web de viajes.

La Infanta Cristina, su marido y sus cautro hijos ocuparon una mesa y sus escoltas otra. Por casualidad en el restaurante se encontraba otra familia española que llegaron a sentirse bastante incómodos ya que cada vez que se levantaban de la mesa en seguida hacía lo mismo algún miembro de seguridad de los duques de Palma. Toda precaución era poca para evitar que circulase una fotografía de los Urdangarín en este bello rincón toscano.