Enrique Cerezo y Caminero con Alejandra Prat y Ana Turpin en el front row de Verino
Enrique Cerezo y Caminero con Alejandra Prat y Ana Turpin en el front row de Verino - belén díaz
VIP VIP HURRA!

Un guardaespaldas para el jamón

El presidente del Atlético se dejó ver en la Fashion Week antes de que su equipo arrasara al real Madrid

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una vez más volvemos a pasar el tiempo en una canción de Olga Guillot. En el lugar de siempre, en la misma ciudad, en la misma moqueta y con la misma gente. O casi. La colección de Duyos sirvió de descompresión a la de Desigual. Lo bonito contra lo feo. Pero habría que avisar de que la jornada va a empezar con Studio 54 y una bola de discoteca que proyecta luces alucinógenas mientras escuchas a James Brown. Mientras te imaginas que va a aparecer Bianca Jagger. Mientras ves pasar modelos con el pelo borreguil de Nicole Kidman en «Parada de postas». Mientras la boca de la pasarela estalla en un fuego de atrezzo y tú te acuerdas de la espantosa jaula grill.

Digo que avisen para tomar Biodramina, porque puedo ser la primera persona que vomita en una pasarela por el mareo. Eso sí, no alcanzaría al otro lado, donde estaban sentadas las reinas del reality, una embarazadísima Luján Argüelles y Raquel Sánchez Silva. En la esquina, Elio Berhanyer con un bastón a lo Antonio Gala. Empiezo a pensar que los cordobeses, llegados a una cierta edad, acaban pareciéndose.

30 años de pasarela madrileña. Ahora Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que alguien tiene que pagar los trapos rotos. Hubo una tarta al mediodía. Y para celebrarlo, gente a quien hacía tiempo que no veíamos. Así, Antonio Alvarado escondido en una bufanda a lo Lenny Kravitz. Y Lydia Delgado, a la que se echa de menos. Fue hasta la viguesa María Moreira, que inauguró la primera pasarela con Carmen Romero de testigo. A pocos metros de ese sarao, María León, la actriz, visitando el stand de Solán de Cabras. Luego iría a los Goya. En lo de Roberto Verino, pese a la oscuridad (la misma que en Duyos), se atisbaba a Enrique Cerezo, a quien pedían entradas para el partido. Le acompañaba Caminero, que siempre parece tener las mismas ganas de estar en un desfile que de ser depilado con antorchas. Cerquita, Mila Ximénez. El diseñador gallego viste al Atlético de Madrid. También vistió a Mila ayer y en la Sálvame Fashion Week, cuando ella rechazó la mamarrachada que le pensaban poner. La colección de Andrés Sardá se llamaba Tic Tac. Como para vestir a los de Podemos. Pobre onomatopeya de toda la vida. Me he imaginado a Teresa Rodríguez y a Carolina Bescansa en déshabillé. Ay. Bueno, también había un albornoz blanco, la prenda más extraña que jamás he visto en Sardá.

Digo que hemos vuelto a una canción de Olga Guillot, pero lo cierto es que algo nuevo hay. Un jamón, el mejor amigo del hombre, en el kissing room (la sala donde se va a celebrar y departir después de los desfiles). Un jamón cortado por Laura, medio ucraniana, medio rumana. No daba abasto. No es que le cogieran el jamón según lo dejaba en el plato, es que a punto estuvieron de cogérselo del hueso. La cortadora de jamón necesita un guardaespaldas.

Ver los comentarios