La suegra de Bárcenas gastó «los ahorros de su vida» en aportar dinero a la fianza

Antes de que Luis Bárcenas (57 años) fuera imputado por su vinculación en el caso Gürtel, su familia tenía una vida normal. Normal dentro clase alta española, claro. Veranos en Marbella, inviernos esquiando en Baqueira Beret y viajes a Armenia para practicar deportes como el heli-sky. Además, Bárcenas sacaba tiempo para cumplir con los compromisos familiares de Rosalía Iglesias (54), su mujer. Una familia política de origen humilde instalada en Astorga, a la que veía en el puente de Todos los Santos y en Carnaval. Tan buena relación tenían que la suegra de Bárcenas, Arminda Villar, y una de sus cuñadas, también llamada Arminda (60), aparecen en el sumario del juez Pablo Ruz. Bárcenas les compró unos billetes de avión a Ginebra para que pasaran la Navidad allí.

Estuvieron con Guillermo (25), hijo del extesorero. Ahora parece que algunos familiares de Rosalía han querido agradecer la generosidad que Luis mostró en el pasado aportando dinero para su fianza.

En Astorga todas las personas contactadas con ABC se muestran sorprendidas al saber que doña Arminda, con la ayuda de otro de sus yernos, aportó 32.000 euros a la excarcelación de Bárcenas. «Pero si ella es una mujer muy humilde», explica una persona que la conoce muy bien. Según se publicó en estas mismas páginas, la familia Iglesias pasó apuros económicos cuando Rosalía era pequeña. Hija de un camionero que montó una empresa de transportes, Rosa es la menor de cinco hermanas, una fallecida en 2011. «Eran tantas, que Chus, una de ellas, se crió en acogida con otra persona de Astorga», recordaba entonces una vieja conocida de los Iglesias. Los maragatos destacaron entonces que Rosalía «no estudió carrera, habida cuenta de los ingresos familiares (sic.). Pero, eso sí, desde pequeña ya trabajó».

Tras varias llamadas, son diversas personas de Astorga las que aseguran que doña Arminda aportó a la fianza de su yerno «los ahorros de toda su vida». Una cantidad que sin duda a Bárcenas le parecería menor dado el dinero que presuntamente tiene en Suiza. Para esta mujer que ya supera los ochenta años es una cifra enorme.

Aunque la rapidez con la que los familiares de Bárcenas han reunido los 200.000 euros hace pensar que se trata de una familia unida ante los problemas, no parece ser así. «Nosotros no tenemos nada que ver con ese señor, me están quitando la vida, déjenme vivir en paz», dice al otro lado del teléfono María Luisa (59), una de las hermanas de Rosalía.

Casada con José Manuel Santos (64), juntos regentan una joyería en el centro de Astorga. «Son personas muy queridas aquí que no quieren que se les vincule con Bárcenas», explican. El orfebre ha sido pregonero de las fiestas de Astorga y le han entrevistado en varias ocasiones. Más tranquila responde al teléfono Arminda. «Yo de ese tema prefiero no hablar, gracias», se excusa. Arminda estuvo en Suiza por invitación de Bárcenas pasando la Navidad.

Ninguna de las dos hermanas de Rosalía ha aportado dinero para la causa. Sí lo ha hecho un cuñado de Bárcenas. Aunque no ha trascendido su nombre, es el viudo de una hermana de Rosalía que falleció en 2011.

Bárcenas volvió a dormir el pasado jueves con su mujer tras 18 meses en prisión. Su hijo Guillermo dijo a las puertas de la cárcel que quería «recuperar el tiempo perdido» con su padre. Durante este año y medio, «Willy» -como le llaman sus amigos-, ha visto a su padre en contadas ocasiones. El joven viajó a Chile para labrarse un futuro profesional dado que en España, pese a su excelente formación, no conseguía trabajo. Willy cambió el jueves su foto de perfil de Facebook. Publicó una instantánea en la cima de una montaña, con los brazos en alto en señal de alegría. Está feliz por la libertad de su padre, aunque eso le haya costado los ahorros a su abuela.

En cuanto a Rosalía, durante un tiempo no paseará frente a las puertas del penal para ver a su marido. Volverá a frecuentar el barrio Salamanca del brazo de Bárcenas. De momento.