Entrevista

Josu Erkoreka: «Nos alarma que solo se hable de si Iglesias debe ser ministro»

El nacionalista augura que Podemos «no sería un obstáculo» para el cumplimiento de los acuerdos adquiridos con Sánchez

Josu Erkoreka, en las oficinas de Lakua II EFE

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Desde la barrera, Josu Erkoreka (Bermeo, 1969) confiesa su preocupación por el acompasado ritmo con el que se negocia la investidura de Pedro Sánchez. La conformación de un Gobierno central «estable», apunta el portavoz del Ejecutivo vasco, comienza a ser «urgente» para retomar en Madrid los contactos que atañen a la «agenda vasca» .

¿Cómo ve la situación en Madrid?

No acabo de ver de qué manera se va a resolver la sesión de investidura. Supongo que las formaciones políticas más implicadas, particularmente el PSOE, seguirán dando pasos en esta semana y media y no desaprovecharán el tiempo que nos queda, porque es importante ir a una sesión de investidura con una perspectiva más o menos clara.

¿Lo cree posible?

Yo espero que sea así, aunque en estos momentos no veo en qué términos se puede materializar un acuerdo, porque lo único que trasciende es un juego mediático-político y no un compromiso por buscar acuerdos.

¿En qué punto se encuentra la negociación con el PNV?

Sobre esto no puedo ilustrar demasiado. Yo desempeño otras labores, no puedo hablar en nombre del grupo ni sobre qué tipo de conversaciones han mantenido.

¿Puede decir al menos si se ha producido algún acercamiento?

No lo sé.

Algo le habrá llegado…

Lo que nos dicen, en nuestra interlocución con los responsables del partido, es que quienes vayan a afrontar una sesión de investidura tendrán que tener en cuenta la agenda vasca, es una de las vías fundamentales. Si están negociando ya o en qué términos no lo sé.

«Nuestra relación con el Gobierno central está estancada. No es que sea mala, pero no avanza»

El propio PNV advirtió recientemente cierta falta de iniciativa en el presidente en funciones. ¿La aprecia usted?

Si lo dice el PNV, supongo que será así. En nombre del Gobierno vasco, lo que puedo decir es que nuestra relación bilateral con el Gobierno central está estancada. No es que sea mala, pero no avanza.

Ha aludido antes al «compromiso» en la búsqueda de acuerdos. ¿Cree que hace falta un mayor esfuerzo?

Insisto en que no estoy en esa negociación, pero me llama la atención que lo que ha trascendido de las conversaciones no hace ninguna referencia a compromisos programáticos. Lo único sobre lo que se está especulando es sobre si Podemos tiene que estar en el Gobierno o no, o sobre si Iglesias tiene que ser ministro o no. Eso nos alarma, porque no acabamos de concebir que un Gobierno pueda sustentarse en esas bases.

¿Cree que Sánchez debe ceder a las pretensiones de Podemos para evitar la repetición de las elecciones?

Nosotros no somos partidarios de que se repitan las elecciones. La ciudadanía en general está harta de elecciones. Nos ha llamado la atención la ligereza con la que se especula sobre un adelanto electoral. Nos parece poco responsable, aunque somos conscientes de las dificultades que entraña alcanzar acuerdos.

¿Cómo vería un acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos?

El Gobierno vasco no es quién para decir al que ha ganado las elecciones en España con quién tiene que coaligarse, pero tenemos nuestras preferencias, lógicamente. Antes he hablado de la agenda vasca, y lo que nos gustaría es que el Gobierno que se constituya la atienda. Creemos que el hecho de que se incorpore Podemos a un hipotético Gobierno central no sería un obstáculo para cumplir con los compromisos del anterior Ejecutivo. Con otras formaciones políticas que están en las antípodas de lo que defiende el Gobierno vasco, a lo mejor el compromiso con esos documentos podría ser menor.

Se refiere a Ciudadanos.

Bueno, la verdad es que Ciudadanos tiene un discurso antagónico con las bases institucionales sobre las que está regido el autogobierno vasco. Se ha manifestado en contra del Concierto Económico, de la autonomía financiera de las Comunidades Autónomas… Un Gobierno del PSOE con Ciudadanos obviamente podría ser más difícil para hacer efectiva una interlocución.

¿Fue esta interlocución más difícil también con el Gobierno de Mariano Rajoy? El PNV insistió en vano en la transferencia de competencias.

Es que con el Gobierno de Rajoy las conversaciones fueron nulas en relación a las transferencias. Nulas. Pero he de reconocer que hubo espacios de colaboración en una dimensión del autogobierno en la que los acuerdos se materializaron de forma satisfactoria, como en el ámbito del Concierto Económico. El ministro Montoro demostró su compromiso con las singularidades financieras de las foralidades del Estado español.

Tampoco se están cumpliendo los tiempos del calendario de transferencias que acordaron con el PSOE. ¿Está desencantado?

Bueno, sabemos que no es fácil retomar el impulso de un desarrollo estatutario que ha estado estancado durante mucho tiempo. Por la singularidad de nuestro Estatuto, cada transferencia es una obra de artesanía. Es verdad que nos gustaría un resultado más tangible y que fructificara con mayor rapidez, pero yo he apreciado en mis interlocutores una disposición abierta para alcanzar acuerdos.

La niebla parece que se dispersa en Navarra. ¿Qué le parece el preacuerdo de Geroa Bai con el PSOE?

A nosotros nos parece positivo, hay un esfuerzo de aproximación de formaciones políticas dispersas. Hay un programa de Gobierno bastante elaborado, y es destacable que hayan empezado por ahí, por lo que puede beneficiar a la ciudadanía.

¿Cómo interpreta la llamada a la abstención de María Chivite a Navarra Suma?

Forma parte de la estrategia para la conformación de un Gobierno que cada aspirante a presidente debe buscar. Una de las formaciones políticas del Parlamento navarro más relevantes en número es la de Navarra Suma, y María Chivite, lógicamente, quiere asegurar la viabilidad de su candidatura. Es una posibilidad más.

La «agenda vasca»

¿Qué valoración hace el Gobierno vasco del proceso independentista catalán?

Nosotros, como Gobierno plural, que tiene sensibilidades diferentes, no evaluamos el proceso catalán. No le ponemos notas. Lo que tenemos claro es que en este momento nuestra apuesta es otra. No hay una previsión en nuestro programa de Gobierno que apueste por una estrategia unilateral. Creo que con eso ya se marca una diferencia con Cataluña, donde han optado por una estrategia que aquí, hoy por hoy, no se comparte. A partir de ahí, solo podemos mostrar nuestro más absoluto respeto por las decisiones que toman las instituciones catalanas.

Se habla de la llamada «vía vasca». ¿Quiere poner el Gobierno vasco tierra de por medio con el catalán?

Yo soy más partidario, dentro de los términos en los que formula la pregunta, de la idea de las vías que de la tierra de por medio. Nunca hemos llevado vías paralelas o idénticas en el desarrollo de nuestra propia personalidad política y en la afirmación de nuestro autogobierno. Los condicionantes políticos que hemos vivido Cataluña y Euskadi también han sido muy distintos, e incluso en lo periodos en los que se han podido ensayar estrategias compartidas, los resultados han sido francamente modestos.

«En Cataluña han optado por una estrategia que aquí, hoy por hoy, no se comparte»

Precisamente, el Parlamento estudia en la actualidad las bases de un nuevo Estatuto. En el acuerdo que alcanzaron PNV y EH Bildu se aludía a la búsqueda de un nuevo marco de relación con España. ¿Qué preferencia tiene el Gobierno vasco?

Lógicamente, el Gobierno vasco está para gestionar el marco que tenemos ahora y con las posibilidades que ofrece el Estatuto de Guernica, que es un tipo de relación bilateral en algunas materias y multilateral en otras. Es la relación que tenemos ahora, y el Gobierno vasco defiende el marco que tiene que gestionar.

En la Cámara autonómica, la coalición de PNV y PSE tiene problemas para impulsar su programa legislativo. ¿Hasta qué punto ha sido una legislatura infructuosa?

El programa del Gobierno vasco incluye muchas medidas. La parte estrictamente gubernamental se está ejecutando en un elevadísimo porcentaje y con resultados positivos. Luego está la parte parlamentarizada. Ahí, en la medida en la que no tenemos mayoría, tenemos que jugar con los grupos de la oposición. Ocurre que a veces, entre las formaciones, por antagónicos que sean sus planteamientos ideológicos, existe una complicidad para actuar conjuntamente de cara a dificultar la labor del Gobierno. Protagonizan enfrentamientos estridentes, pero en el día a día no tienen objeción para acordar. No son coincidencias, como parece que quieren hacer pensar.

¿Cómo valora entonces la legislatura?

Yo creo que tenemos un resultado satisfactorio. Estamos cumpliendo el programa a través de actuaciones y decisiones que se están aprobando todos los días. La experiencia en el Gobierno de coalición está siendo positiva tanto desde el punto de vista de la ejecución del programa como desde el punto de vista de la estabilidad.

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