Recoletos y Alcalá pierden un carril de forma improvisada, permanente y sin previo aviso
El Ayuntamiento ya está situando el vallado en el lateral de bajada desde la calle Prim hasta Cibeles. El carril de Alcalá a Barquillo también se suprime
El veto al vehículo privado en el centro de la capital se le ha quedado pequeño al Gobierno de Manuela Carmena. Ya no basta con activar Madrid Centra l, colocar carriles-bici en arterias principales para acotar el espacio al vehículo privado, reducir el espacio en aparcamientos públicos para los no residentes, limitar el estacionamiento en la vía pública a dos horas como máximo... Ayer, sin previo aviso, sin atender a ningún plan adelantado, el Ayuntamiento comunicó por nota de prensa que comenzaban los trabajos para suprimir uno de los tres carriles del lateral de bajada en el paseo de Recoletos, entre la calle Prim y Cibeles (en dirección a Atocha). Concretamente, el que está situado junto a la acera. El actual ciclocarril se entrega íntegramente al peatón.
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La medida se extiende a la calle Alcalá entre Cibeles y Barquillo, además de la zona aledaña al cuartel del ejército de tierra, en su lateral con Recoletos. De los cuatro carriles que tiene en la a actualidad este tramo para el vehículo privado, ahora quedarán en dos, ya que uno se suprime para peatonalizarlo y otro se convierte en carril-bus. El siguiente pasa a ser ciclocarril (compartido entre bicicleta y vehículo privado) y el último se dedica al tráfico rodado.
Colapso circulatorio
Argumentan desde la Corporación –por escrito– que es una zona de «gran demanda peatonal, sobre todo en Navidad» y es uno de los accesos «principales a Madrid Central», así «los giros a Alcalá se harán menos». La decisión ha cogido a los ciudadanos y los tres partidos de la oposición por sorpresa. Sobre todo porque esta actuación llega para quedarse , a menos que los comicios de 2019 cambien de signo político la dirección del Palacio de Cibeles. Indicaron desde el Área de Inés Sabanés que el vallado será permanente, ya que el año que viene el Área de Desarrollo Sostenible cuenta con un proyecto para peatonalizar con acera el tramo cercado.
Desde hoy mismo ya podrá ver el vallado que evita la circulación en el carril mencionado. En total se situarán 185 vallas «new jersey», más seguras para el peatón por su base de hormigón; son las mismas que se colocaron las últimas Navidades a lo largo de toda la Gran Vía. La próxima semana estarán todas instaladas, «así como los trabajos de pintura amarilla de bordillos, que separan acera permanente y provisional», explicaron mediante comunicado.
Llamó la atención de las formas con las que se trasladó la acción municipal, sobre todo teniendo en cuenta que ayer se celebraron las comisiones permanentes de Desarrollo Urbano Sostenible y de Medio Ambiente y Movilidad. Sendos delegados, José ManuelCalvo e Inés Sabanés, no mencionaron nada al respecto.
Parece ser que no obra en poder del Ayuntamiento ningún informe que analice el impacto medioambiental y circulatorio que supondrá la supresión de estos nuevos carriles. Para el presidente de Automovilistas Europeos y Asociados, Mario Arnaldo , se va a producir «un caos circulatorio»: «No están analizando las consecuencias que va a tener esa medida, que es innecesaria y además va a generar un impacto negativo en todos los alrededores y vías aledañas ocasionando un colapso circulatorio».
Críticas a la improvisación
El portavoz del Partido Popular en Madrid, José Luis Martínez-Almeida , considera que se trata de una nueva medida «improvisada», que persigue «restringir la movilidad»: «Al final ha sido un anuncio absolutamente sorpresivo, no hay ningún tipo de preparación por parte del equipo de Gobierno y siguen exactamente en la misma línea de restringir la movilidad de los madrileños sin dar absolutamente ninguna alternativa». Para el representante popular esta peatonalización que se pretende hacer en Recoletos y Alcalá «sólo va a conducir a que se incremente el caos circulatorio y por tanto siga aumentando la contaminación». «No puede haber movilidad sostenible si no hay alternativas», zanjó.
Su homóloga de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Begoña Villacís , es una «imposición unilateral» que ha llegado «a través de nota de prensa, sin someterse a las preguntas de los medios y la oposición». La decisión, a su juicio, «va a dificultar todavía más la movilidad y el día de los madrileños». Villacís coincide con Almeida en que el objetivo de Carmena es «colapsar el centro de la ciudad y, ahora, de prisa y corriendo, se han dado cuenta de que se habían olvidado del eje Cibeles-Alcalá-Gran Vía y lo han metido por la puerta de atrás». A Ciudadanos le gustaría saber dónde están los informes técnicos que avalan la puesta en marcha de esta actuación «improvisada».
Desde el Partido Socialista no pudieron hacer ninguna declaración por cuestión de agenda.
