Las razones por las que los expresidentes Aguirre, Cifuentes y Garrido no tienen retratos oficiales
El ex presidente y consejero Ángel Garrido cree que uno no es más ni menos presidente «por tener un retrato»
La decisión de la presidenta Isabel Díaz Ayuso de encargar los retratos de las ex presidentas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes para unirlos a la galería de los ex dirigentes autonómicos ha levantado ampollas en el seno del ejecutivo regional. Ayuso ha planteado el homenaje a las dos mujeres que ocuparon la presidencia antes que ella porque, al igual que Ruiz-Gallardón y Leguina –que ya tienen sus retratos colgados en la Real Casa de Correos– fueron «elegidos en las urnas», en el sentido de que encabezaban las listas por las que se presentaron. Eso deja fuera a Ignacio González y a Ángel Garrido. Éste último, según su entorno, cree que este debate no le preocupa a los madrileños, pero le parece que uno «no es presidente o deja de serlo por que tenga un retrato en una galería».
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Es tradición que el presidente entrante encargue el retrato del saliente, y luego lo coloque en lugar destacado en Sol. Pero una tradición con muy corta vida en Madrid: Ruiz-Gallardón encargó el del primer presidente, Joaquín Leguina, y EsperanzaAguirre el de Ruiz-Gallardón, que también es ya visible.
Se quedan fuera
Pero ahí quedó interrrumpida la línea: el resto de ex presidentes nunca han tenido su retrato a la vista. Ahora, Díaz Ayuso ha querido rendir este homenaje a sus antecesoras Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, ambas investigadas en este momento por asuntos judiciales. La decisión de la actual jefa del Ejecutivo deja fuera a al menos dos ex presidentes: Ignacio González , también incurso en un proceso judicial –llegó a entrar en prisión, de hecho– es uno. El otro es Ángel Garrido. Hay un tercer ex, Pedro Rollán, pero en su caso sólo ocupó el cargo en funciones, sin que hubiera nunca una investidura formal en la Asamblea.
Ángel Garrido se ha convertido en algo así como la bestia negra para muchos sectores del PP , que no le perdonan su paso a Cs . Algunos ven en el gesto de Ayuso un nuevo desprecio hacia el ex compañero de filas.
Vox le recuerda que Garrido ha sido «tan buen presidente que hasta la mantuvo a ella de viceconsejera»
Desde el entorno de Garrido explicaron a ABC que «el expresidente de la Comunidad de Madrid es ajeno absolutamente a este debate, y entiende que se trata de un tema que no debe ser una preocupación de los políticos porque, sin duda, no es lo que más interesa en estos momentos a los madrileños».
No obstante, matizan que «desde luego, uno no es presidente o deja de serlo porque t enga un retrato en una galería », afirman las mismas fuentes. E insisten: «Presidente de una comunidad autónoma o del Gobierno de España lo es quien ha sido elegido por los diputados como representantes de la soberanía popular, como es el caso de Ángel Garrido, el de Isabel Díaz Ayuso, Cristina Cifuentes o Esperanza Aguirre». Para Garrido, insisten las citadas fuentes, se trata de un «debate estéril», que no interesa a los madrileños» ni a él.
Todos los elegidos
La medida tampoco le ha gustado a Cs, socio de Gobierno de la presidenta Díaz Ayuso. Desde esta formación le recordaban a la jefa del Ejecutivo que «no parece lo más oportuno encargar unos retratos de dos expresidentas que, a día de hoy, están imputadas». Por el contrario, les parece que «lo lógico sería esperar a que concluya el proceso judicial del que forman parte y después decidir ». En cualquier caso, señalaron, «este tipo de reconocimientos deberian hacerse para todos los presidentes elegidos por la Asamblea», lo que incluiría a Ángel Garrido.
Aún más duro fue en su valoración el concejal de Vox Fernando Martínez-Vidal, un hombre que ha pasado toda su vida política vinculado al PP, partido al que aportó incluso su logo de la gaviota. En su cuenta de Twitter, Martínez-Vidal consideró esta fórmula de los retratos de Ayuso como «la venganza del débil»: ella, «la primera Presidenta de la Comunidad de Madrid de una lista que no ganó las elecciones, va a colgar en Sol los retratos de Aguirre y Cifuentes, pero no el de Ángel Garrido, tan buen presidente que hasta la mantuvo a ella de viceconsejera».
