Una pareja aprovecha el verano para ir al Retiro
Una pareja aprovecha el verano para ir al Retiro - DANIEL G. LÓPEZ

Las quejas vecinales no son suficientes para acabar con los «picaderos» sexuales

Con el período estival, muchos jóvenes deciden aprovechar los espacios públicos para actividades más «picantes»

MADRID Actualizado: Guardar
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El proverbio dice que la primavera la sangre altera pero en verdad es cuando llega el verano cuando muchos adolescentes (y no tan jóvenes) se dejan llevar por la pasión hasta el punto de recurrir a lugares públicos. En el caso de estos jóvenes puede pensarse que no tienen otro sitio al que acudir pero también existe la posibilidad de que estos estén movidos por otras motivaciones.

Esta costumbre entre los jóvenes ha llevado a multitud de quejas de los vecinos que, cansados de esta situación, piden cambios. Un ejemplo claro del desmadre que está suponiendo esta tendencia la encontramos la semana pasada cuando la Polcía Nacional detuvo a tres jóvenes por practicar sexo en un parque infantil de Carabanchel, lo que ha llevado a las autoridades a endurecer las medidas contra esta práctica.

El parque como escondite perfecto

Los lugares más habituales que funcionan como «picaderos» en la capital son los parques y sus cercanías debido a las facilidades que proporcionan para poder disfrutar de más intimidad. El Parque del Oeste y el Templo de Debod son unos clásicos en esta categoría gracias a la escasez lumínica existente tras la puesta del sol y su cercanía a las zonas más céntricas. En el centro también encontramos algunas zonas con mayor afluencia turística que son utilizadas para estos fines, como pueden ser el Retiro, Madrid Río o el parque de la Cornisa, donde se puede pasar el día (o de la noche), a la sombra de la Basílica de San Francisco el Grande.

Dentro de los espacios verdes también encontramos superficies un poco más alejadas como las colinas del Parque del Cerro del Tío Pío (popularmente conocido como Parque de «las siete tetas») o la amplia extensión en la que perderse de Casa de Campo. Si de cuestas cómodas para estos fines se trata, el recorrido de la M-30 cercano al Parque de Roma también es una opción recurrente.

Las opciones más urbanas

También hay algunos jóvenes que prefieren una opción más cómoda y se trasladan en su coche a algunos lugares para «pasar el rato». Basta con acercarse a la universidad Complutense cualquier día por la noche para comprobarlo tanto en sus aparcamientos, como en algunos recónditos lugares entre facultades. Alejándose más del corazón de la capital, las arboledas o los descampados de El Pardo son frecuentados en muchas ocasiones por jóvenes con ganas de llevar su encuentro «a otro nivel».

Por continuar en el ámbito sobre ruedas, se encuentra una gran actividad sexual en el transporte público y en sus instalaciones, entre las que se puede destacar la concurrida estación de autobuses de Méndez Álvaro donde, a pesar de los 20.000 pasajeros diarios que acoge, sus aseos públicos tienen fama de ser un buen «picadero».

Por último, hay que destacar una de las «sedes» mundiales de esta tendencia, las salas de cine. Algunas de las más antiguas de la ciudad como el Acteón o Capitol, son los lugares preferidos para refugiarse en el caso de que el tiempo veraniego sea sustituido por un clima más lluvioso.

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