La pelea en el coche que acabó con la vida de Catherine

La Policía Nacional investiga el extraño y luctuoso suceso ocurrido a primera hora de la mañana de ayer en la Dehesa de la Villa (Moncloa-Aravaca). Una joven de 23 años perdía la vida después de que el coche que conducía su novio se precipitara por una escalera y quedara volcado. Él apenas se hizo un chichón en la cabeza y dio positivo en el test de alcoholemia. Varios testigos les vieron manteniendo una fuerte discusión unas calles más arriba, por lo que se investiga si el accidente fue realmente provocado por el chaval, de 25 años. Al cierre de esta edición permanecía bajo custodia policial, en calidad de detenido.

Sobre las 8.40 de la mañana, la sala del 091 recibía varias llamadas.

Por un lado, de vecinos de la calle de Altea, y por otro de un conductor de la EMT. En ambos casos, se daba aviso de que una pareja joven estaba manteniendo una acalorada discusión en el interior de un Seat. Algunos hablaban incluso de forcejeo y de que la chiquilla podría estar siendo víctima de una agresión. Este es uno de los extremos que investiga el Grupo VIde Homicidios de Madrid.

El conductor de la EMT, a la espera de que llegara la Policía, intentó bloquear el paso al Seat, que llegó incluso a golpear levemente el autobús y zafarse. Emprendió la huida a una velocidad extraordinaria, por la calle de los Mártires Maristas. En un momento dado, el joven, identificado como Julio Eduardo Apuango Moposita, nacido en Ambato (Ecuador), lanzó el coche por las escalinatas. Salió literalmente volando por los aires más de 7 metros, indicaron fuentes de la investigación.

Iba tan rápido, que reventó un murete, el bordillo y la baranda verde que dividía en dos las escaleras. Hasta un trozo se quedó trinchada en el vehículo en el que viajaba la joven pareja. Incluso llegaron a rebotar contra un chalé que hace esquina, al otro lado del parque de la Dehesa de la Villa. Varios testigos que presenciaron la escena se quedaron atónitos.

El Seat quedó volcado sobre el lado del copiloto. La muchacha, Catherine Giselle Angulo Pérez, natural de Santo Domingo (Pichincha, Ecuador), murió en el acto, aplastada. Trabajaba en Telepizza y, como su pareja, con la que llevaba saliendo cinco años y medio, residía en Madrid.

Pronto, llegaron los «zetas» de Seguridad Ciudadana, la Policía Municipal, el Samur y hasta los Bomberos del Ayuntamiento, que, una vez dado el visto bueno del juez de guardia, excarcelaron el cadáver de Catherine y retiraron el vehículo. Está siendo inspeccionado por la Brigada Provincial de Policía Científica.

En cuanto a Julio Eduardo, apenas presentaba un traumatismo craneoencefálico leve y algunas contusiones, indicó Emergencias Madrid. Fue trasladado al Hospital Clínico, bajo custodia policial. No tenía antecedentes.