Las obras en la calle de Alcalá se retrasarán, al menos, hasta otoño

El proyecto, que iba a comenzar en verano, reducirá un carril por sentido el tráfico privado

El tramo de la calle de Alcalá que conecta con Ventas LAURA CARRASCO
Marta R. Domingo

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La piqueta no ha comenzado a intervenir en el asfalto de la calle de Alcalá a su paso por el distrito de Ciudad Lineal ni lo hará hasta, al menos, el próximo otoño. El Ayuntamiento de Madrid tenía previsto comenzar las obras en el tramo de la vía que comprende la zona de Ventas y Quintana antes que comenzase este verano. Sin embargo, según confirmaron a ABC fuentes del área de Desarrollo Urbano Sostenible, los trabajos todavía no se han licitado, por lo que se tendrán que retrasar unos meses.

Estas actuaciones se realizarán con cargo a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), aquellas que se nutren del remanente de tesorería del año anterior. Hasta que no se adjudique una IFS para esta obra, no podrá comenzar a tramitarse la licitación.

El proyecto de la calle de Alcalá, el de mayor envergadura que se va a realizar en el distrito, seguirá la pauta del modelo marcado por la Gran Vía . La reforma, enmarcada en el Plan A de Calidad del Aire, pretende favorecer el uso de la bicicleta como medio de transporte y dejar más espacio a los peatones.

La obra se ha diseñado de forma distinta según el tramo. Así, en la zona que abarca desde el cruce con la avenida de Daroca, en Ventas, hasta la intersección con la calle de Argentina, en Quintana, la vía constará de un carril bus en sentido bajada, un carril bici de subida -por ser el espacio con mayor inclinación- y un carril por sentido para el tráfico privado. Además, las aceras serán remodeladas pero no ampliadas. Donde sí se ensanchará el pavimento -que podrían llegar a los 9 metros- será en Ciudad Lineal hasta el cruce de la calle de Alfonso Paso. La calle de Gutierre de Cetina también tendrá un carril exclusivo para autobuses. Además, el carril para coches se adaptará a ciclocarril, para que convivan coches y bicicletas, por lo que la velocidad máxima estará limitada a 30 kilómetros por hora.

Asimismo, en el tramo del barrio de Quintana, la circulación estará aún más restringida, ya que los conductores de vehículos privados y los de transporte público compartirán los dos únicos carriles habilitados.

Las 46 plazas de carga y descarga se situarán en las calles perpendiculares a Alcalá, al igual que las paradas de taxi. Se autorizará también en el carril bus antes de las 7 horas y después de las 21 horas. Con la reubicación de las plazas de aparcamiento en las calles de Gómez de Avellaneda y de Collados, se ganarán 85 plazas nuevas. Respecto a los giros a la izquierda, se suprimirán todos excepto cuatro: a la calle de Gutierre de Cetina, de José María de Pereda, del Alcalde López Casero y de Argentina.

Situación provisional

Aunque los cambios en el asfalto aún no son tangibles, en la práctica ya se han reducido los carriles al tráfico privado. Las obras de la línea 5 de Metro que se realizaron el pasado verano obligaron a cerrar carriles para los coches para establecer un carril bus por el que discurriese el Servicio Especial. El propósito del Consistorio era empalmar estas obras con las de la calle de Alcalá, pero habrá que esperar.

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