Negociadores: la élite policial en secuestros, atracos y suicidios

La red la integran 32 inspectores voluntarios que actúan en un centenar de casos de media al año en España, más de la mitad en Madrid. Están disponibles las 24 horas y sus armas son: escuchar y persuadir

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Negociar es un arte que se traduce en técnica, intuición y experiencia. Estas son las tres reglas básicas que emplean los agentes de la Policía que pertenecen al Equipo Nacional de Negociación. Actúan en situaciones límites, la mayoría de las veces relacionadas con secuestros virtuales; reales; amenazas por extorsiones a familiares y los denominados incidentes críticos. En estos se engloban las tentativas de suicidio, los episodios protagonizados por enfermos mentales, por quienes se atrincheran en bancos o en viviendas con o sin rehenes, o los relacionados con la violencia de género. Cada año participan, de media, en un centenar de casos en toda España.

«¡Tienen a mi hermano. A mi madre le exigen 5.000 euros a cambio de su vida!».

Uno de los supuestos captores está al teléfono hablando ahora mismo con ella comunicándole sus exigencias. Ha conseguido que le pasen con él, quien, entre sollozos, le ha pedido que le saque de ahí. Ese es el atropellado mensaje de una mujer a la Policía, aterrorizada, por la suerte de su familiar. Es un secuestro virtual que se realiza a miles de kilómetros de distancia, en ocasiones, desde prisiones de México y Chile.

Protocolo

De inmediato, se activa el protocolo y se ponen en marcha a los cinco negociadores de la Sección de Secuestros de la Brigada de Delitos contra las Personas de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) Central, o lo que es igual, del equipo nacional. En función de la peligrosidad, deciden si actúan ellos -se reservan para los asuntos de alta intensidad- o sus homónimos territoriales de las Jefaturas Superiores de Policía, mientras estudian cómo encauzan el caso.

Son voluntarios, disponibles los 365 días del año, al margen de sus ocupaciones habituales. En total, 32 agentes integran esta red compuesta por inspectores de Policía. «Trabajamos como apoyo a los grupos de investigación, siempre y cuando haya riesgo para la vida de las personas», explica el jefe de la Sección Nacional.

A pesar de que los secuestros virtuales están haciendo estragos en España, no en vano se han registrado más de 200 denuncias en lo que va de año, un centenar de ellas en Madrid, siempre los tratan como si fueran reales, ya que puede haber un riesgo inminente o potencial, mientras se dilucida la veracidad del hecho delictivo, agrega. De los reales ha habido una decena y una veintena de incidentes críticos.

Apoyo para la investigación y el grupo operativo

Con todo, los casos en los que más se requiere su presencia son protagonizados por personas atrincheradas sin rehenes. En general, se trata de suicidas o sujetos potencialmente peligrosos que portan armas blancas o de fuego, indica el mando.

Los negociadores buscan obtener el máximo de información posible para la investigación y para el operativo táctico por si tiene que intervenir las Unidades de Seguridad Ciudadana o los GEO. «Hay un mito equivocado sobre nuestra figura. Formamos parte de un equipo y actuamos bajo una premisa: el que negocia no decide y el que decide no negocia», recalca el comunicador territorial de Madrid. «Hay que averiguar con quién se está hablando, qué tipo de sujeto es, si tiene antecedentes, su perfil -violento, alcohólico, toxicómano-, qué le ha conducido a su acción -desesperación, patología mental...- y tratar de que vean al agente como una ayuda y que la situación se puede encauzar por el bien de todos. Para ello, tenemos que generar confianza, mantener la comunicación y empatizar», precisan.

Su arma: la palabra. La comunicación para acercarse al sujeto o detenerle, según el caso. El negociador debe ser mejor escuchador que orador. Nadie se persuade mejor que a sí mismo, por lo que la Policía debe hacerle creer que entregarse es su mejor opción para que sea él quien tome la iniciativa; además de hacer que sea consciente de la realidad que ha creado, asevera el jefe de Sección. Siempre suceden intangibles: «Esto no son matemáticas. En función de las exigencias del sujeto, si las hay -un coche para darse a la fuga, dinero...-, de su estado de ánimo o de sus pretensiones, vas percibiendo la entidad de la amenaza». En ocasiones, se cambia de interlocutor cuando el conflicto se enquista o por una cuestión táctica.

Correlación entre el lenguaje verbal y no verbal

Lo que jamás se debe hacer es dar órdenes, empeorar la situación, generar más estrés ni buscar la confrontación con el sujeto. Y, en caso de un cara a cara con el negociador (en la mayoría de ocasiones no le ven), tiene que haber correlación entre el lenguaje verbal y no verbal. «Hay situaciones muy complicadas con víctimas mortales pero con muchas personas susceptibles de salvarse; en ese momento hay que sopesar si intervienen los grupos operativos o no», precisa el negociador territorial, destinado a estupefacientes. Los momentos de más tensión son cuando la vida de una persona corre peligro y se exigen plazos. Entonces, se impone mantener la calma y reconducir la comunicación.

Una persona con miedo puede reaccionar de manera imprevista, por lo que hay que evitar el factor sorpresa e intentar ir siempre por delante. Uno de los casos más llamativos a los que se enfrentó el negociador territorial -tuvo que recurrir a un traductor-, fue el del secuestro de un menor chino en 2008. «Le tuvieron retenido tres días y conseguimos que fuera liberado sin que la familia entregara los 300.000 euros que les pedían», relata

A pesar de su labor, esta especialidad (realizan cursos y se reciclan) está en el limbo y, salvo el equipo central, que dispone de medios como chalecos antibalas, cascos y distintivos, no ocurre igual en los territoriales. «Este trabajo exige mucha dedicación y estamos al mismo nivel que en los años 90. Parecemos, más que un policía, un personaje de película», recalca el jefe de la red. Por ello, su objetivo es crear una nueva estructura a nivel nacional.

Ver los comentarios