El hedor procedente de un pozo de su parcela alertó el pasado domingo a los inquilinos de una vivienda en Galapagar. Allí, flotando en la superficie del agua, yacía el cadáver de Youssef Arhay , un joven de 24 años de la localidad madrileña que desapareció hacía casi un año. Las primeras pesquisas de la investigación de la Guardia Civil señalan que la muerte no fue violenta.
El pasado domingo, el Cuerpo recibió la llamada de los vecinos y acudió al lugar, en la confluencia entre la calle Ermita y Guijarro de Galapagar. Los agentes rescataron el cadáver del pozo, que no llevaba documentación y estaba vestido, con la misma ropa —polo rojo, vaquero negro, gorra blanca—con la que se denunció su desaparición, en agosto del año pasado.
El muerto es Youssef Arhay, un joven de 24 años de origen magrebí y nacionalizado español que desapareció del municipio el 30 de agosto de 2019. Los primeros indicios apuntan que la muerte no fue violenta , sino accidental, aunque no se descarta ninguna hipótesis hasta conocer los resultados de la autopsia.
— 𝐀𝐋𝐄𝐑𝐓𝐀 𝐃𝐄𝐒𝐀𝐏𝐀𝐑𝐄𝐂𝐈𝐃𝐎 (@sosdesaparecido) June 25, 2020
Desde su desaparición, amigos y familiares de Arhay se movilizaron en redes sociales y con la pegada de carteles por la localidad para dar con el paradero del joven.
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