Juegos de guerra a las puertas del Parque Nacional del Guadarrama

Miraflores de la Sierra es un bucólico municipio madrileño en el que encontrar la paz y la tranquilidad del campo. Sin embargo, su calma se ve alterada cada fin de semana por el «estremecedor» ruido de las ametralladoras, las arengas bélicas y los insultos. Desde 2011, una de sus fincas, concretamente La Berrocosa, fue alquilada por una empresa de paintball cuya actividad trae de cabeza a los vecinos de este pueblo enclavado en las puertas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Tras años de quejas y protestas, Ecologistas en Acción y la asociación vecinal Entrecañadas logró que la Consejería de Medio Ambiente suspendiera la actividad en 2014 y, tras la negativa de la empresa a cesar su negocio, fue multada el año pasado con 24.000 euros.

Ahora, los vecinos amenazan con llevar el asunto ante la Fiscalía de Medio Ambiente ante la «permisividad» del Ayuntamiento –gobernado por el PSOE–, que considera la actividad «educativo-cultural». Los afectados quieren saber si existe responsabilidad penal por parte de los responsables municipales y del promotor.

Las sanciones no han servido para «nada». La empresa, reconvirtió las armas que lanzan bolas de pintura por otras con tecnología láser que simulan el sonido de las detonaciones de metralletas, pistolas y rifles. Un ruido que afecta a un espacio natural protegido, el Parque Comarcal Agropecuario Protector incluido dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

«Vehículos estacionados en caminos públicos y vías pecuarias, basura, ruidos que simulan disparos, insultos y arengas bélicas, es lo que tienen que soportar vecinos y visitantes cuando se aproximan a la finca La Berrocosa, en Miraflores de la Sierra», señalaron ayer en un comunicado. Se trata de una zona dedicada tradicionalmente a la ganadería incluida en la zona periférica de protección del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Informe ambiental

Según la organización ecologista, la Consejería de Medio Ambiente mantiene la suspensión de la actividad desde entonces y obligó al promotor a someterse a un proceso de evaluación ambiental para determinar si la actividad es autorizable en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Para Ecologistas en Acción, en estas circunstancias la Ley de Evaluación Ambiental es clara: «en tanto no se cuente con el informe ambiental favorable correspondiente, no puede desarrollarse ninguna actividad». «Por tanto, de momento, no deberían permitirse los juegos de guerra», concluye el comunicado.

Sin embargo, la empresa cuenta con las licencias concedidas por el Ayuntamiento de Miraflores de la Sierra para el desarrollo de actividades «educativas y culturales». «Estas licencias se concedieron en 2011 y 2013, sin ajustarse a la Ley de Evaluación Ambiental porque se emitieron sin contar con el informe previo ambiental. Por ello podrían ser nulas», explican en el comunicado.

Ecologistas en Acción ha puesto estos hechos en conocimiento del Consistorio en dos ocasiones, sin que hasta la fecha haya tomado ninguna medida. «Al contrario sigue permitiendo el desarrollo de una actividad ajena a los usos permitidos, camuflándolas de actividades educativo-culturales», señalan. Vecinos y viandantes califican la situación de insostenible y se quejan de que la policía municipal no haga «acto de presencia» a pesar de las denuncias.