La familia de Luisito, culpable del asesinato del suegro

Ese fue el veredicto del jurado tras deliberar 72 horas. No ven probado que la hija de la víctima fuese la inductora

Los condenados, en el juicio ABC

M. J. Álvarez

Veredicto: culpables de asesinato. Esa fue la decisión que adoptó ayer por unanimidad un jurado popular tras 72 horas de deliberación sobre los tres familiares de Luis Romero Durán, apodado Luisito , por el crimen de su suegro , Juan Fernández, de 65 años, tiroteado en la nave de coches que regentaba en Arroyomolinos, el 25 de septiembre de 2015.

Por esos hechos estaban sentados en el banquillo de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, su mujer Yolanda Fernández y sus padres, Rafael Romero y María Yolanda Durán, acusados de los delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas , un delito por el que también se les condena.

Además, estaba acusado del crimen Luisito, como supuesto autor material y por quebrantar la condena, ya que huyó tras lo ocurrido en Arroyomolinos a Gerona con los demás reos . Al final, presuntamente sus cuñados en venganza por el crimen de Arroyomolinos, acabaron con su vida dos días antes de que comenzara el juicio que tuvo que ser aplazado cuando salía del despacho de su abogado.

Todo forma parte de una guerra sin cuartel entre dos clanes familiares de mercheros, los Fernández y los Romero, enconada a raíz del a juste de cuentas de Luisito .

Así, tras el veredicto del jurado, el Ministerio Fiscal solicita una pena 22 años de prisión para el padre de Luisito, 18 años para su madre y 23 años de prisión para su mujer, al aplicarle la agravante de parentesco . Su petición inicial era de 19 años y seis meses de cárcel para cada uno.

El magistrado presidente del tribunal, a propuesta del fiscal, ha acordado la privación inmediata de libertas de los tres procesados que estaban en libertad y que gozaban de especial protección ya que temían represalias.

«Alto riesgo de fuga»

En el auto, el magistrado ha argumentado su decisión de enviarlos a provisional sin fianza puesto que existe un «riesgo alto de fuga» por parte de los tres acusados ante las «altas penas de prisión » a las que se enfrentan.

De este modo, en la lectura del veredicto, el jurado ha considerado probado que Rafael es culpable del hecho de haber causado de forma personal e intencionadamente la muerte del padre Yolanda, conjuntamente con Luisito, a bordo de un vehículo Opel Corsa de color blanco, informa Efe. Desde el vehículo, mientras uno de ellos conducía el otro realizaba, con una pistola no identificada, hasta cuatro disparos contra la víctima .

Un hechos que han probado, han señalado, gracias a las pruebas y a los testimonios aportados por la Guardia Civil durante las sesiones del juicio. Pruebas como el visionado de las cámaras de vigilancia situadas en perímetro del polígono donde se realizaron los disparos y la posterior huida de los autores, la matrícula del vehículo empleado, o las continuas búsquedas en algunos terminales telefónicos de los acusados sobre la localización de la empresa en la que trabajaba la víctima.

Las pruebas aportadas por la Guardia Civil en el juicio, claves para probar las acusaciones

El jurado también ha acreditado que las dos mujeres planearon junto con los dos autores materiales del crimen acabar con la vida de la víctima. Así, días anteriores al crimen, las dos acusadas arrendaron un piso en S an Feliú de Guíxols (Gerona ), para refugiarse con los autores de los disparos, así como con los hijos del matrimonio, tras la muerte de la víctima.

Las llamadas telefónica s intervenidas a los acusados, una vez fugados, y que se escucharon en el juicio, evidencian que la familia había huido allí por el miedo a las represalías de la familia de Yolanda.

Sin embargo, el jurado no ha visto probado, que fuera la mujer de Luisito quien indujese a su marido y a su suegro para que mataran a su padre, molesta porque éste último le había recriminado que mantuviera relaciones con un tío de su esposo , Lele, «un asunto intolerable y que manchaba su honor» según el código de conducta de los mercheros. De hecho, su supuesto amante pereció asesinado después.

El tribunal popular sí ha señalado que existía una mala relación entre ambas familias y que Yolanda quería acabar con la vida de su padre, en base a las declaraciones que realizaron en el juicio la madre y la hermana de ésta, en las que aseguraron que en un centro comercial la acusada les dijo que quería ver a su padre «en una caja de pino». Con todo, el jurado también ha manifestado su oposición a la suspensión de la ejecución de la pena, así como al indulto de la sentencia.

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