Carmena, durante su discurso en San Juan de 2015
Carmena, durante su discurso en San Juan de 2015 - JOSÉ RAMÓN LADRA
Policía Municipal de Madrid

La cúpula policial exige a Carmena el cese de sus responsables políticos

Los mandos avisan de una «avalancha de denuncias que no tiene precedentes»

MADRID Actualizado: Guardar
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LaAsociación de Jefes de la Policía Municipal de Madrid (AJPMM), que aglutina a casi el 90% de los miembros de la escala técnica (subinspectores y oficiales), ha remitido una durísima carta a la alcaldesa, Manuela Carmena, en la que exigen la destitución del director general del Cuerpo, Andrés Serrano (Podemos), y del coordinador del Área, Daniel Vázquez. Yavisan:«La avalancha de recursos y denuncias en los tribunales que se interpondrán en breve contra las decisiones [de estos responsables políticos] no tiene precedentes».

Desde que hace 13 meses Ahora Madrid llegara al Gobierno de la capital, como ha venido informando ABC, el malestar en la Policía Municipal ha ido alcanzando cotas hasta el momento desconocidas. El nuevo Plan Director, la eliminación de unidades clave, la creación de otras sin competencias, los cambios de destino de la cúpula y hasta el escrache al concejal del ramo, Javier Barbero, son solo algunos ejemplos de este quilombo.

La AJPMM, en la misiva, se queja de la «nula comunicación entre el director general y la escala técnica»: «Los constantes ninguneos, los desprecios y las iniciativas revanchistas en su toma de decisiones con respecto a sus antiguos jefes y compañeros han sido la tónica general de su mandato».

La actitud de Serrano, afirman, es «lejana y de menosprecio hacia cualquier sugerencia». «Sorprende, eso sí, su insistente labor de menoscabo hacia el ejercicio de autoridad de un Cuerpo uniformado, armado y jerarquizado como es el de la Policía Municipal; cuando se empeña, una y otra vez, junto con sus más cercanos colaboradores, en confundir lo que entiende por democracia interna con una dinámica constante de desautorizar por activa y por pasiva a los mandos naturales del Cuerpo», insisten.

La carta, de tres páginas, es más dura conforme avanza. Afirma la cúpula policial que «cualquier iniciativa está condenada al fracaso». «Su gestión está irremediablemente marcada por el sectarismo y la irreflexión», añade. Y realiza un inventario de ejemplos: el cierre de las cafeterías del Cuerpo; la «errónea» política sobre los vehículos policiales; la reorganización del turno de noche; «la toma ilegal, caprichosa y arbitraria de decisiones en lo referente a ceses, degradaciones y adjudicaciones de puestos de trabajo a mandos, que serán oportunamente denunciada en los tribunales; la nueva uniformidad...

Y, claro, en este listado de «despropósitos» no podía faltan la celebración del último patrón, el día de San Juan Bautista, en la que se suprimió el tradicional desfile, la misa y hasta se trasladó el acto del paseo de Coches del Retiro a un auditorio de la Casa de Campo. La AJPMM califica lo sucedido este 24 de junio como «una fiesta de fin de curso de un instituto, una bofetada humillante que no va a ser olvidada fácilmente».

«Ignorancia operativa»

Una de las últimas guindas del pastel ha sido la polémica por el proyecto de Policía Comunitaria en Lavapiés. En el Pleno de Centro se votó una cosa que no tenía nada que ver con lo que luego se iba a poner en marcha; una especie de mediación en la que colaboraran actores vecinales para evitar que ciertos aspectos, como las quejas por ruido, se dirimieran sin que se llegara al estrado judicial. Finalmente, el plan fue rechazado por toda la oposición, en bloque, incluido el PSOE. «Como siempre –critican los mandos–, una nueva iniciativa pensada y elaborada con el total desconocimiento de la realidad social y policial, y con un componente elevadísimo de ignorancia operativa y de dudosa legalidad».

Sobre el coordinador general, Daniel Vázquez, procedente de la UDEF de la Policía Nacional, señalan que su objetivo de «desentrañar las complejas redes de corrupción que aquejan» al Cuerpo local «ha vertido un imperdonable manto de sospecha de corrupción sobre algunos mandos, colaborando con la política de humillación y menosprecio» hacia la escala técnica.

Trasladan a Carmena su «inquietud, frustración profesional y deseo» de que se les trate como «los jefes naturales del Cuerpo».

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