Ex consejeros y ex diputados, los «recolocados» de Cifuentes
Varios dirigentes y cargos públicos cesados o que renunciaron a su escaño han sido reubicados en otros puestos vinculados a la Administración en tiempo récord
Pasar de consejero a director de la Fundación del Conocimiento en apenas 48 horas es la proeza que consiguió el ex responsable de la Sanidad madrileña , Jesús Sánchez Martos , hace apenas unos días. Otro consejero, Jaime González Taboada , cesado el domingo 24 de septiembre, podría convertirse en el nuevo senador popular por designación autonómica, a propuesta del PP de Cristina Cifuentes , tras el cese de su compañera de filas Ana Isabel Mariño, que ocupaba escaño en la Cámara Alta precisamente desde que, en 2015, dejó de ser consejera.
Es el mismo caso del otro de los tres senadores populares por designación autonómica, Jesús Fermosel , ex consejero de Asuntos Sociales que al acabar la legislatura y su tiempo de gobierno pasó a la Cámara Alta por decisión del PP en la Asamblea. El tercero es Juan Soler , ex también, en su caso de la Alcaldía de Getafe, de donde salió tras las elecciones y que también ha transitado por ese puente que parece existir entre los altos cargos regionales y la Cámara Alta.
Todo lo acontecido es perfectamente legal. Aunque no deja de ser llamativo. Como lo es el caso de la ex diputada popular Elena González-Moñux. En octubre del año pasado denunció ante los medios de comunicación al jefe del grupo popular por acoso laboral. Una denuncia que después llevó a los tribunales. Inició un periodo de baja por enfermedad , que la mantuvo alejada de la Cámara, lo que complicó extraordinariamente la vida del PP en la Asamblea porque el voto de González-Moñux era imprescindible para aprobar, por ejemplo, los presupuestos generales de la Comunidad.
Al final, las aguas volvieron a su cauce, ella pactó con su partido acudir a votar en las jornadas en que era absolutamente necesaria su presencia -a pesar de continuar de baja- y a comienzos de septiembre dejó el acta de diputada para pasar a dirigir la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom), con un sueldo por encima de los 90.000 euros al mes.
Caso distinto es el de Miguel Ángel Ruiz, viceconsejero de Medio Ambiente hasta que dimitió, en mayo de 2017, tras la entrada de agentes de la UCO de la Guardia Civil en su despacho en el marco de la investigación de la trama Púnica . Ruiz, que era funcionario con plaza en la consejería de Economía y Hacienda , pidió incorporarse a su plaza, y como no estaba libre, quiso ocupar una vacante y ahora está incorporado a la dirección general de Formación.
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