Las cinco renuncias de Cristina Cifuentes

Los últimos 24 días han sido una sucesión de abdicaciones para la expresidenta regional

Cristina Cifuentes MAYA BALANYÁ
Sara Medialdea

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En 24 días, la vida de Cristina Cifuentes se ha convertido en una sucesión de pasos atrás, de frenazos, de abdicaciones . A nivel profesional y personal, ya que ambos ámbitos están siempre muy relacionados en los políticos que, como ella, dedican casi la totalidad de su tiempo a su actividad pública. Cinco renuncias de peso son las que ha tenido que asumir la política madrileña durante estas tres semanas largas.

Primera: el título

El 17 de abril, Cristina Cifuentes enviaba una carta al rector de la Universidad Rey Juan Carlos en la que renunciaba a su polémico máster, que tantos quebraderos de cabeza le ha causado y que a la larga ha sido su tumba política. En su misiva, la presidenta aseguraba que las irregularidades detectadas eran «totalmente ajenas a mí».

No obstante, consciente del malestar que había generado lo relacionado con su máster, finalizaba su carta señalando: «Si me equivoqué, y en aquel momento debí rechazar las facilidad que me ofreció la Universidad , pido disculpas a cualquiera que haya podido sentirse agraviado (...). En ningún momento pretendí sacar ventaja entonces de este Máster, ni pretendo sacarlo en el presente ni en el futuro, por lo que te comunico formalmente mi decisión de RENUNCIAR a la utilización del Título expedido por la Universidad Rey Juan Carlos, solicitando que dicha renuncia sea considerada con carácter inmediato, a los efectos oportunos».

Segunda: la presidencia regional

Apenas una semana después, el 25 de abril, la olla exprés en que se había convertido el día a día de Cifuentes estalló definitivamente, tras publicarse esa mañana un vídeo en el que se veía a la política presuntamente implicada en un hurto en un supermercado. Antes de las doce, tal y como le pidió la dirección nacional de su partido, renunció al cargo de presidenta nacional . El término, renuncia, lo eligió ella, que en ningún momento habló de dimisión.

Tercera: la dirección del partido

En un primer momento, tras presentar su dimisión del Ejecutivo autonómico, Cifuentes había manifestado su intención de mantenerse como presidenta regional del PP. Así se lo hizo saber a sus diputados, mediante un largo mensaje de WhatsApp, en el que les señalaba su confianza en seguir contando con su «apoyo» en la presidencia del partido.

Pero desde la dirección nacional no se entendía esta situación, y así se lo hicieron ver a la presidenta, que una vez más se plegó y renunció al cargo el 27 de abril.

Cuarta: el acta

Cristina Cifuentes ya era sólo diputada «rasa», y su intención era mantenerse allí. Pero de nuevo llegaron indicaciones en sentido contrario. Cifuentes no las contestó: el 8 de mayo renunciaba también al acta de diputada, abandonando su escaño y, con ello, su última fuente de ingresos.

Quinta: la excedencia

El registro de la Universidad Complutense de Madrid recibía el miércoles 9 de mayo la solicitud de Cristina Cifuentes de renunciar a su excedencia como funcionaria de esta institución. Es un paso imprescindible para no perder la plaza el solicitar el reingreso antes de que pase un mes desde que se deja el puesto oficial que se ocupaba.

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